La Comisión Permanente, reunida durante el mediodía de este martes, sesionó de manera extraordinaria ante la solicitud de los senadores de la Coalición Republicana al presidente de la Comisión, el frenteamplista José Nunes. El documento fue firmado por los parlamentarios Graciela Bianchi, Carmen Sanguinetti, María Eugenia Roselló y Pedro Jisdonián, quienes buscaban definir un texto en común ante la situación política en Venezuela, tras la asunción de Nicolás Maduro el pasado viernes 10 de enero.
Sin los votos de los senadores frenteamplistas, la Comisión Permanente declaró que «el 10 de enero pasado se ha producido en Venezuela la culminación de un largo proceso de deterioro de la situación político-institucional; hoy nadie puede negar que es una dictadura», indica el documento al que accedió Radio Universal.
«El juramento de Nicolás Maduro fue la configuración de un golpe de Estado, al desconocer la contundente victoria de la oposición, confirmada por organizaciones internacionales y gran parte de los países democráticos», prosigue el segundo punto de la declaración, que se divide en cuatro.
La misiva señala «el rechazo contundente de este Parlamento», motivado por «las violaciones a los derechos humanos, sistemáticas, con torturas, desapariciones forzadas, incluyendo al ciudadano uruguayo Fabián Buglione» y el desconocimiento «de los derechos más básicos de la democracia».
«Finalmente, y como parte de esta comunidad internacional y ratificado por declaraciones e informes de las Naciones Unidas y Amnistía Internacional, debe iniciarse de forma inmediata un proceso de paz que culmine, más temprano que tarde, con el restablecimiento de la República en Venezuela, permitiendo que el nombrado presidente electo Edmundo González Urrutia asuma el cargo para el cual fue investido por la absoluta mayoría de los ciudadanos», concluye el comunicado.