Falleció Ruben Aguirre, el profesor Jirafales. Ya lo sabíamos. Lo que ignorábamos es que este actor que acompañó durante varias décadas a Chespirito era una persona muy querida entre los niños. En sus funerales, miles de niños de todas las edades se acercaron con flores y con lágrimas para despedir a aquel hombre de 2 metros que era incapaz de hacer al mal.
Frases acuñadas por Aguirre, como «¿Sabías que la gente sigue diciendo que tú y yo estamos locos?», o el «Ta-ta-ta-ta-ta-ta y ta» del profesor eran repetidos por los jóvenes y no tan jóvenes en sus exequias.
Lo que demuestra que la risa siempre será lo que nos haga seres de humor; pero humanos en el extenso sentido de la palabra. Aguirre fue un hombre bueno, y eso se dejó traslucir en estos días tristes pero con aires de alegría melancólica, la que produce cuando parte un amigo.