Las borbotónicas (si se me permite el neologismo) declaraciones de Maria Julia Muñoz están comenzando a colmar la paciencia de muchos… de muchos vinculados a la educación y de muchos que leen con asombro lo que dice la señora. No escapa a todas las edades: adolescentes y veteranos no salen muchas veces de su incredulidad, que una persona que ha pasado por aulas universitarias, deslice frases hirientes con tanta impunidad.
Y fue así que ayer maestros con túnica llegaron a la Torre Ejecutiva por la mañana con carteles que decían textualmente: «Andáte Julia. Renunciá. Tené un poquito de vergüenza”.
Están aún muy cercanas las declaraciones de Muñoz en las que calificó de “resentido social” a Juan Pedro Mir , así como de “pobre muchacho”.
Se puede ser pobre porque no se consiguen los bienes materiales o espirituales que se anhelan. La Dra Muñoz ha de ser “una pobre mujer” como yo soy un “pobre hombre” porque esa es nuestra condición humana. Dra Muñoz, ¿Ud qué tipo de pobreza personal cree que podría mejorar personalmente?
Muchos que leen esto lo intuyen…