En relación a su momento político actual, pero también a lo que ha sido su pasado en la izquierda, Bianchi sostuvo: «La verdad es que después de muchos años dentro del Frente Amplio (FA) también hay una cosa que pocas veces se recuerda y que me interesa que se tenga claro: yo fui secretaria de bancada de Democracia Avanzada del 90 al 93, cuando decidí irme. Fue la primera vez que me fui de un ámbito frenteamplista, no me fui del Frente, y tenía mi oficina junto con Jaime Pérez. Lo recuerdo porque Jaime Pérez es de las figuras de la izquierda que se han olvidado».

En relación al pasado abundó: «Me siento muy bien. Se me respeta el pasado, se me respetan mis opiniones, formamos en la (lista) 404 un equipo de gente que parece que nos conociéramos de toda la vida, de mucho compañerismo. Y con Luis Lacalle Pou tenemos una excelentísima relación, como debe ser entre un líder y una persona que forma parte de su grupo político. Él fija los lineamientos generales, discutidos, concertados; no es un líder que nos dé órdenes, sino que discute con nosotros –tiene un fuerte carácter, lo cual es necesario en los líderes–, nos escucha y en definitiva nuestra acción está signada por la libertad. Que no quiere decir hacer lo que nosotros queremos, pero sí con mucha libertad».

Bianchi sostiene que la critican por no definirse como blanca: «A veces los blancos se enojan conmigo porque yo digo que no soy blanca. En realidad el Partido Nacional (PN) ya es una coalición de partidos. Tenemos que retrotraernos a la historia, pero yo me siento muy nacionalista, siempre fui saravista, todo el mundo lo sabe –o los que me escuchan–, me recibí en el IPA con una monografía sobre Aparicio Saravia con la tutoría del profesor Pivel Devoto. Siempre admiré muchísimo la trayectoria del PN. Leandro Gómez, ni que hablar Aparicio, Timoteo Aparicio, Aparicio Saravia. Siempre admiré mucho el gusto, la lucha y todo lo que hizo el PN por el sufragio libre, que es una ventaja comparativa del Uruguay que supo sortear las guerras civiles del siglo XIX y aparecer en el siglo XX con una democracia tan consolidada que se proyectaba en la Constitución que entró en vigencia en 1919».

Interpelación a Muñoz

Durante el pasado mes de octubre, la legisladora del sector Todos, cobró protagonismo al interpelar a la ministra de Educación y cultura, Dra. María Julia Muñoz en el parlamento, en una extensa sesión. Consultada sobre este episodio reflexionó: «En cuanto al perfil de la interpelación, fue una estrategia elegida con asesores y compartida por mí. Con asesores técnicos, porque yo soy una docente que hace política. Le hice una pregunta, sí, le hice una gran pregunta al oficialismo, cuando terminé mi intervención dije: `Este es el panorama´, que nadie puede discutir, no es cuestión de opiniones, me manejé con cifras y con investigaciones científicas nacionales e internacionales, públicas y privadas. `Esta es la situación´. ¿Qué medidas están dispuestos a tomar a partir de mañana, porque necesitamos trabajar ya en los cambios en estas áreas en las que venimos fracasando? Acá está el PN, acá están los técnicos, yo no voy a hablar por el resto, pero los técnicos de la oposición estamos de acuerdo. Hice la pregunta que para mí tenía que hacer, no iba a volver a las preguntas que hice el 16 de junio cuando fueron a la comisión, que hice dos preguntas y no me contestaron ninguna».

Acerca de lo extenso de la interpelación, Bianchi sostuvo: «Tal vez tendría que haber hablado dos horas, menos no podía. Hice un trabajo de síntesis que para mí fue muy costoso, quedaron muchas cosas para decir. Tenía que hacer una introducción que dejara en claro que no era un problema personal con la ministra (María Julia) Muñoz ni con (Wilson) Netto, porque ese era el juego de la prensa antes, `choque de trenes´, `dos potencias se enfrentan´…  Me parecía de cuarta eso y no era por ese lado. Además para mí todo lo que está pasando en educación es responsabilidad del FA, cuando era oposición y ahora que es gobierno. Entonces además había que explicar políticamente por qué. Después las cifras, no di ni la décima parte de las que hay, porque el diagnóstico está hecho pero el oficialismo lo niega. Y finalmente el problema de la calidad de la educación y el impacto en el futuro de nuestros niños y jóvenes ante la clara y definitiva robotización de los trabajos no calificados.   Y cuando me fui de los cargos de confianza lo decía de adentro; cuando uno ocupa un cargo de confianza tiene que ser éticamente correcto. Para mí la educación pública uruguaya tiene un tronco muy fuerte, con muy buenas raíces, que ha crecido muy bien, con mucho follaje. Pero después le empezaron a colgar adornos, chirimbolos, que quebraron ese tronco. En consecuencia ahora las autoridades pretenden justificar el fracaso en que han convertido la educación pública uruguaya. Todos estamos de acuerdo –empresarios, rectores, la población en general– en que en las grandes líneas fundamentales estamos fracasando, tenemos la tasa de retención más baja de América Latina», sostuvo Graciela Bianchi.

La legisladora nacionalista fue muy crítica con el Frente Amplio, no solo como gobierno, sino también como oposición cuando lo fue: «Lo quebraron, para tratar de justificar el fracaso, que es producto de la contradicción interna que tiene la fuerza de gobierno, que tenía también cuando era fuerza de oposición y yo formaba parte de ella. Después de la dictadura, después de haber armado el Codicen de la democracia con el profesor Pivel Devoto, cuando ingresaron los destituidos, a partir del 90 empezó una modificación. Por ejemplo las escuelas de tiempo completo, la extensión del tiempo pedagógico, con todos los componentes técnicos que corresponden. Después vino Rama, con su impronta, y el FA y los sindicatos trancaron la reforma sin proyecto de alternativa; los sectores más radicales –que habían ingresado al Frente en el 89, el MLN, el MPP, la 711 ahora, el Partido Comunista, pero sobre todo el ingreso del MLN, que no formaba parte del Frente– y el liderazgo de Tabaré Vázquez, minando el liderazgo de Seregni, a través de pactos con estos sectores radicales y tratando de hacer surf, de hacer la plancha, con los sectores moderados, seguramente con los que él más se siente identificado, con la política económica astorista, con un país con una economía que para mí es una continuidad de lo que ellos llaman política neoliberal. ¿Qué quedó en el medio ahí? Quedó la educación. Porque tenemos dos modelos de país, cuando yo integraba la oposición en el Frente y hoy seguimos en lo mismo, todos los días hablamos de ese tema, no solamente en educación. Vázquez no puede firmar el TLC, Vázquez no puede tener una política internacional coherente… todo lo que ya sabemos. No se puede tener dos modelos de país, uno que va hacia el socialismo –los sectores radicales lo dicen– y otro que mantiene el statu quo. Con dos modelos de país no se puede tener un modelo de educación. Todo lo que está pasando en educación es culpa del Frente Amplio», opinó.

Problemas de fondo

Finalmente sobre los principales problemas que a su juicio presenta la educación de nuestro país, la diputada señaló: «De todo tipo, toda la educación funciona mal. No digo que todo esté mal, porque después me dicen que soy catastrofista. Para nada, reconozco lo que funciona bien, pero es poco con relación a los miles de millones de dólares que le hemos inyectado a la educación.  Entonces la calidad, el valor académico de la educación, tenemos que formar gente con un altísimo nivel académico y eso no es excluyente, eso es inclusivo. El otro problema grave es la gestión; les molesta la utilización del término gestión, incluso lo descalifican. Lo lamento, pero es una cosa muy importante para poder hacer funcionar a la academia. En definitiva ese combo que se armó hace que no retengamos a los chicos; no cambiamos el currículo, no reformamos la educación media superior desde hace más de 70 años, también se atacó la reformulación 2003, que iba a la integración de la educación tecnológica con la general, se bajó por una resolución del Codicen, sin analizar las razones, solamente porque estaba financiada por el BID. Entonces, o sacamos esta contradicción interna que tiene el FA de la variable educativa o no vamos a avanzar».

Sobre los descargos de Muñoz, Bianchi volvió a decir: «Yo escuchaba a la señora ministra, como la escuché en la interpelación, y estoy aburrida de escuchar a las autoridades de la educación diciendo que estamos ante el desafío de incorporar a los chicos a la educación media. ¿Perdón? Uruguay empezó ese desafío, ya en la Constitución de 1966 la educación media era obligatoria.  Destaqué fundamentalmente el desarrollo de la educación tecnológica superior, la descentralización, la llegada de nuevas carreras al interior, que se empezó a profundizar. No es nuevo en el país, pero el espíritu fundacional les impide ver que antes había cosas que se hacían bien, que yo también rescaté, para que la gente las recordara. La gente no tiene por qué saberlo, las autoridades de la educación sí. Reconocí la extensión a la educación inicial, la incorporación, terminar el proceso de nivel 4, que es fundamental, que todavía cuesta bastante».

Acerca de las polémicas en torno a la manipulación de cifras, la representante del Partido Nacional espetó: «Yo no manipulo cifras. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), que se creó con la nueva ley; yo lo reconocí, después en los discursos decían que yo no lo reconocía. Claro, si yo traigo los discursos hechos no saben, porque una verdadera interpelación es tener claro qué hay que contestar. No, primero, las cifras no son esas, pero además el problema de la incorporación a la educación media, si se toma en cuenta solo la matrícula… Para empezar, que bajó la matrícula, cualquiera puede entrar a las páginas webs, incluso a la del Ineed, que está trabajando muy bien. La matrícula bajó y tuvo una fuga a la educación privada. Lo mismo pasó con la educación primaria y se lo adjudican a la demografía. Además de la demografía, hubo una fuga grande a la educación privada, coincidiendo con que la gente ganaba más.  El tema es que si yo tengo solamente en cuenta la matrícula, puedo decir determinadas cosas, pero el problema es que desertan. No se ha frenado la deserción, están tratando de frenar la repetición no haciendo que los chiquilines repitan. No digo que sea lo ideal que los chicos repitan, pero vamos a hacer estrategias serias de una buena vez para ver qué hacemos con los chicos que no aprenden. No pueden hablar de la universalización de la educación primaria cuando la terminamos en los primeros 30 años del siglo XX».

A su vez, y ampliando en el concepto de los números y guarismos sobre inversiones en educación, la ex frenteamplista señaló: «En la educación secundaria no retenemos, somos el país de América del Sur que retiene menos, solamente el 37 % tiene educación secundaria superior en el Uruguay, con las ventajas comparativas que teníamos. Esa variable la envié junto con la moción, o sea que ellos sabían hacia dónde iba yo.  Miles de millones de dólares, US$ 2.000 millones por año en el último quinquenio, US$ 1.500 millones en el quinquenio anterior. Tenemos que retrotraernos a la primera mitad del siglo XX…   Yo empecé con esas cifras. Entré al capítulo de los resultados, empecé con esas cifras y eran US$ 460 millones en el 2004, US$ 430 millones, primero porque salíamos de la crisis del 2001, segundo porque el PBI era mucho menor, se pasó a un PBI de miles de millones de dólares que ni el gobierno este tenía pensado. Lo grave es la gran contradicción, es imperdonable que hayamos perdido estos 10 años de bonanza económica, en los que podíamos habernos recuperado en términos de educación –que es lo que yo sé, porque en este país hay mucho todólogo, yo opino de lo que yo sé–. Eso es lo que no le perdoné al Frente, habiendo formado parte de su gobierno, de los primeros cinco años, ni después, ¿por qué perdieron tanta plata y los resultados son realmente preocupantes? Las investigaciones lo dicen, el Ineed, los propios monitores educativos de la ANEP, el propio Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Ni que hablar de las investigaciones internacionales, nos están llamando la atención, tirándonos de las orejas literalmente. La Unicef, en el Informe de la infancia 2016», sentenció la diputada nacionalista Graciela Bianchi.

FUENTE:LA COLONIA