Los pacientes ya diagnosticados que consumen más ácidos grasos poliinsaturados omega-3 procedentes del pescado tienen un menor riesgo de mortalidad.En nuestro país es el segundo tipo de tumor más frecuente, tras el cáncer de pulmón, asociado con una mayor mortalidad. Sin embargo, y como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital General de Massachusetts en Boston (EE.UU.), los pacientes pueden reducir notablemente su riesgo de fallecer por el tumor adoptando una medida tan simple como saludable: comiendo más pescado. O lo que es lo mismo, aumentando su ingesta de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 derivados directamente de los aceites de pescado. (no de cápsulas).
La recomendación clínica es incrementar los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 de origen marino en la población con cáncer colorrectal.
Numerosos estudios previos ya han demostrado que los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 –esto es, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), así como el ácido docosapentaenoico (DPA), de origen exclusivamente marino– pueden suprimir el crecimiento tumoral y la formación de nuevos vasos sanguíneos para nutrir al tumor –un proceso denominado ‘angiogénesis’–.
En el estudio se considero también otros aspectos relacionados con su estilo de vida como el peso corporal, el hábito tabáquico, la práctica de ejercicio, la toma o no habitual de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y, lo que es más importante, su dieta.
Los resultados mostraron que los pacientes diagnosticados de cáncer colorrectal que consumían una mayor cantidad de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 procedentes del pescado tenían una probabilidad mucho menor de fallecer a consecuencia del tumor. De hecho, a mayor consumo de estos ácidos grasos, ya fuera antes o después del diagnóstico, menor era el riesgo de muerte por cáncer colorrectal.
Pero una vez diagnosticada la enfermedad, el incremento en la ingesta de cuando menos 0,15 gramos diarios de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 procedentes del pescado se asoció con una reducción del 70% del riesgo de fallecimiento por cáncer colorrectal.
Y más allá del fallecimiento por el propio tumor, ¿este consumo de ácidos grasos derivados del pescado también redujo la mortalidad por otras causas?
Tras el diagnóstico del cáncer colorrectal, los pacientes que aumentaron su consumo en 0,15 gramos diarios experimentaron una disminución del riesgo de morir por cualquier otra causa de un 13%.
Estos resultados ofrecen la primera evidencia sobre el impacto potencialmente positivo de los ácidos grasos omega-3 sobre la supervivencia en el cáncer colorrectal. Estos estudios solo se basan en el pescado en su forma natural, no de cápsulas de Omega 3.
Podemos concluir que la alimentación es clave para el desarrollo de tumores, se relaciona con el consumo habitual de carnes procesadas, saturadas y trans (franfruters, hamburguesas, fiambres), harinas en exceso, azúcares refinados, grasas saturadas y trans. Por el contrario podemos prevenirlo consumiendo no solo pescado y carnes magras, sino frutas y verduras a diario, lácteos descremados, bebiendo agua y jugos naturales en lugar de refrescos, también es importante realizar ejercicio físico a diario. A prevenirlo!!!