Cuando compruebas tus redes sociales, tu cuenta de correo electrónico o miras un video por Internet, gastas agua.

Y también una ingente cantidad de agua.Así es como la información viaja en la Red, y la razón por la cual puedes conectarte a tu casilla de correo electrónico desde cualquier dispositivo, dondequiera que estés en el mundo.

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Controlando la huella hídrica

Según revelaron investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) el año pasado, podríamos estar gastando hasta 200 litros de agua en la descarga de un sólo gigabyte (GB) de datos.

Y en Estados Unidos la cifra mensual alcanzó los 3,7 GB, de acuerdo con un informe de la compañía de telecomunicaciones Ericsson.

Los investigadores dicen que la razón responde al proceso fundamental de mantener los centros de datos refrigerados.

Y también a la producción de las grandes cantidades de energía que permiten mantener operativas las instalaciones.

Pero antes de alarmarse y tirar el router por la ventana, conviene tener en cuenta un apunte de uno de los investigadores del Imperial College, Bora Ristic.

Tal y como Ristic le contó a la corresponsal de tecnología de la BBC Zoe Kleinman, existe «un amplio grado de incertidumbre» en esa cifra (la del gasto de agua por GB) y podría en realidad de un litro por GB.

Pero el informe permitió poner de relieve la huella hídrica, el impacto ambiental relacionado con el gasto de agua de los centros de computación. Y ahora está investigando.

«Es muy útil hacer una investigación preliminar para comenzar a examinar el problema», dice el especialista en tecnología Bill Thompson.

«Es muy poco probable que cambie el comportamiento del consumidor; lo que hay que cambiar es el comportamiento de quienes gestionan los centros de datos», sostiene Thompson.

Yo tampoco me veo a mí mismo evitando ver videos por Internet por el consumo de agua. Pero sí eligiendo un sistema que sea consciente del daño ambiental», agrega.

Kaveh Madani, del Centro de Política Medioambiental del Imperial College, dice que las cosas han mejorado desde que comenzó la investigación.

«Facebook, Apple, Microsoft y Google hicieron mejoras considerables respecto a su huella hídrica», dice Madani.

«Están invirtiendo en ese área porque comprenden los problemas de disponibilidad de agua».

«También entendieron que el riesgo reputacional es mayor que antes; si pasan por alto los efectos medioambientales, pueden dañar su reputación».

Sin embargo, a medida que crece la demanda para los centros de datos, lo hacen también los problemas medioambientales.

«El incremento de los servicios requiere energía adicional y más calor, lo cual se traduce en un mayor impacto ambiental, huella de carbono (gases de efecto invernadero emitidos) y uso de agua.

Según Madani, «hay una importante necesidad de que la tecnología mejore en ese aspecto».

 

FUENTE LA NACION