Una de las denunciantes fue Patricia Sartori, quien vive a la altura del kmt. 83.500 de Ruta 3 (Cañada Grande), en un zona agrícola en el que habitualmente se convive con esta práctica.
“En mi caso el hecho fue en la madrugada del 2 de octubre. A las tres de la mañana nos despertamos por el olor horrible que había dentro de la casa y resulta que el «mosquito» estaba fumigando a unos 150 metros. Según los técnicos del MGAP estaban usando glifosato con 2,4 de Amina, un herbicida con el que se mezcla para que tenga un efecto más potente contra las malezas más resistentes”; contó a Primera Hora.
Según la vecina, el contacto con el producto le provocó -a ella y a su esposo- ardor de nariz y otros síntomas de alergia. “No había nada de viento y aún así el agroquímico fue muy volátil y llegó a nuestra casa. Eso muestra que es un disparate la limitante de fumigar a 300 metros de una vivienda”; reflexionó.
Un día antes, vecinos de Kiyú también denunciaron la fumigación con agroquímicos a escasa distancia tanto de la playa como de las viviendas ubicada sobre la Avda. Uruguay de dicho balneario. “En el caso de Kiyú fumigaron de día, a 150 metros de la playa y prácticamente encima de las viviendas, porque el «mosquito» estaba a menos de 100 metros. Según una vecina afectada quedó un olor horrible en la zona”; señaló Sartori.
Denunciados estos casos ante el MGAP, tras lo cual se sumó otro también en Cañada Grande, la pasada semana técnicos de la Cartera se hicieron presentes en ambas zonas. Los expertos labraron actas con las declaraciones de los vecinos, tomaron fotos y se llevaron algunas muestras para analizar; e incluso está previsto que retornen a Kiyú para recorrer las escuelas del balneario y observar el trabajo de fumigación que se hace en los campos linderos.
“En Cañada Grande tomaron muestras de la maleza pero en Kiyú sabemos que no y es una lástima porque con el viento que había seguro que encontraban algo. Ahora depende del laboratorio para conocer los resultados. A nosotros una vez nos demoró tres meses pero sabemos de casos que les llevó hasta un año”; se lamentó la vecina.
Atención. Sartori recordó que -en su caso- el predio denunciado “es el mismo de otras veces, aunque a veces cambia el arrendatario”, por lo que pidió a los vecinos que se mantengan atentos ante la ocurrencia de esta práctica; puesto que advirtió que se espera un aumento notorio de las fumigaciones.
“Están aplicando glifosato «a lo loco» por todos lados porque se viene la zafra de la soja. Acá, en Cañada Grande, en un mes hemos visto al menos 10 aplicaciones, por eso tenemos que estar atentos. En esta zona se han dado varias denuncias, muchas anónimas, y hasta sabemos que han multado a algún productor con $ 20 mil, la gente está abriendo los ojos y tiene que seguir haciéndolo”; señaló…
FUENTE PRIMERA HORA