Habrás escuchados miles de recetas como éstas:1 cucharadita de avena, mezclada con medio pomelo. Esto es lo que desayunan cientos de adeolescentes hoy día, especialmente chicas.Lo curioso es que todos quisieron empezar con una dieta saludable, y terminaron con ortorexia. La ortorexia es el trastorno alimenticio de hoy. Se cree que es la vida sana, y es na trampa que debilita al organismo

Se trata de una transtorno poco conocido, que comienzxa en forma inocente, comienzo «sano», pero con el tiempo hace exigir al organismo obsesiones: qué se debe comer y qué no se debe comer.

Desfraciadamente no existen cifras exactas sobre estos desórdenes, pero se sabe que la prevalencia estimada de anorexia nerviosa -el trastorno más conocido- en mujeres jóvenes y adolescentes de países desarrollados es de 0,5% a 1%. El principal rasgo de las personas con ortorexia es la rigidez. Primero descartan la grasa animal, las harinas blancas, los hidratos de carbono, los aditivos y los conservantes.

Y la lista no para de crecer. Ortorexia deriva del griego orthos, lo correcto, y orexi, apetito, por lo que quiere decir literalmente «hambre por la comida correcta». Las personas que atraviesan una anorexia o bulimia tienen fijación con la cantidad, mientras que los ortoréxicos tienen fijación con la calidad de la comida. Si la ortorexia avanza, puede desembocar en una anorexia. Los más afectados son los adolescentes, impulsados por el ideal de belleza y de felicidad instalado en la sociedad. Ellos no necesariamente tienen un bajo peso, porque la obsesión no pasa por la imagen, sino por comer bien. Cient´ficios se inclinan a afirmar que la ortorexia es la presentación más moderna de la anorexia, que aparece como la fisonomía de un cuidado extremo por los alimentos que se consumen. De a poco se va acotando el modo de comer de manera absolutamente restrictiva, acompañado de rituales.

Esta modalidad se viene presentando desde 2008 y ha crecido en los últimos 8, 9 años. Es que en esta última década se ha extendido la comida gourmet. En los últimos 10 años creció enormemente la movida de la comida gourmet. En la posmodernidad hay un empuje cultural y publicitario en relación con la comida que se consume.

Desde las instituciones señalan que reciben a muchas chicas que están haciendo la misma dieta que la madre o que van al gimnasio juntas. «Los padres también están inmersos en esto. Porque la generación de los que hoy tienen entre 40 y 50, que tienen hijos de 10 y 15, están enganchados en esto de la comida sana y orgánica. Y terminan sin querer  a sus hijos en esta moda, que puede llevar a pacientes vulnerables a este tipo de trastornos».