El nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump , debió entregar su teléfono Android al momento de asumir la presidencia, según reporta The Associated Press; deberá usar un equipo provisto por el Servicio Secreto, como su antecesor, Barack Obama, que usaba un BlackBerry y una tableta iPad modificada (además de un reloj Fitbit) y era un fanático declarado de la tecnología en general.

Se desconoce qué modelo de teléfono tenía Trump; en 2015 era un Samsung Galaxy. No sólo Trump usaba su propio teléfono para mantener actualizada su prolífica cuenta de Twitter (aunque algunos tuits salen de un dispositivo iOS, lo más virulentos los publica desde un dispositivo Android); también atendía personalmente múltiples llamadas, y el número de esa línea circuló bastante entre la prensa, por lo que el servicio de seguridad de la Casa Blanca le proveyó con otro equipo y otra línea, para limitar su acceso a un grupo reducido de personas.