No es un secreto para nadie que la cuestión racial se volvió un tema central en la agenda política de Estados Unidos desde que el actual presidente Donald Trump anunció su candidatura, allá por junio de 2015. Siempre un tema subyacente en el país, de golpe pareció hacerse violentamente visible, con casos como el de la moza Kelly Carter, a quien dos clientes le negaron propina por ser de raza negra.
Casi como una imagen especular, ahora se conoció un episodio que sucedió justamente tras la asunción de Trump: un cliente, simpatizante del magnate, le dejó una propina de 450 dólares a una moza de raza negra y un mensaje de unidad.
Una copia del recibo con el mensaje sorpresa que recibió una moza, en un bar de Washington. / Facebook
Rosalynd Harris estaba trabajando en el restaurante Busboys & Poets en Washington DC el lunes 23 de enero, tres días después de la asunción presidencial, cuando de golpe entraron al lugar tres hombres con sombreros de vaquero. Le dijeron a Harris que habían venido del sur del país para la ceremonia oficial, y estaban ya próximos a volverse. Más allá de las sonrisas de ocasión, no pasó nada fuera de lo ordinario durante el tiempo que estuvieron.
Pero le dejaron un mensaje en la factura: «Puede ser que provengamos de culturas diferentes y no estemos de acuerdo sobre ciertos temas, pero si todos pudiesen desplegar la sonrisa y la gentileza que demostraste, nuestro país se uniría como uno solo. Sin razas, sin géneros. Solo Estados Unidos. Dios te bendiga«. Y le dejaron una propina de 450 dólares, aunque habían consumido poco más de US$ 70.
El diario The Washington Post luego develó que el generoso cliente es Jason White, un dentista de 37 años oriundo de Texas. Al entrar al restorán, que está empapelado de imágenes referidas a la justicia social, White notó que podía estar en un territorio hostil para sus posturas políticas. Pero la actitud de Harris fue tan cálida que decidió dejarle la suma, elegida como cierto guiño a Trump, que es el presidente número 45 de EE.UU.
«Tenemos que pensar cómo ser mejores norteamericanos, mirar cómo nos tratamos entre nosotros. Si todo el mundo hiciera algo que demostrara respeto, podríamos llegar a amarnos«, declaró.