¿Cómo terminar con la contaminación en ciudades como Londres o Hong Kong? Ingenieros y arquitectos han dado con una posible solución: edificios que se ‘comen’ la contaminación. Este concepto que parece de ciencia ficción ya está a punto de convertirse en una realidad.
Lo que se trata es de construir edificios muy altos que sean capaces de absorber el dióxido de carbono y que, al mismo tiempo, permitan ahorrar energía. El arquitecto Vincent Callebaut, y la empresa Arconic son pioneros en este concepto.
Tao Zhu Yin Yuan, la primera torre que come CO2
El primer edificio que se comerá la contaminación se conoce como Tao Zhu Yin Yuan, se está construyendo en Taipei (Taiwán), y estará finalizado en el mes de septiembre de 2017. Tiene 101 metros de altura, aunque su particularidad radica en que sus paredes exteriores estarán compuestas por 23.000 arbustos y árboles. Para que nos hagamos una idea, es toda la superficie verde equivalente a Central Park.
Su diseñador, Vincent Callebaut, asegura que este edificio será capaz de absorber 130 toneladas de dióxido de carbono al año, lo que, según el propio arquitecto, equivale a lo que generan 27 coches.
Este edificio vanguardista tendrá 40 viviendas en total que, además de plantas, tienen un sistema de reciclado de agua de lluvia, ascensores de bajo consumo, y placas solares. ¿Estarías dispuesto a vivir allí?
El Palazzio Italia, un edificio ecológico
El Palazzio Italia es un edificio de Milán cuya fachada está preparada para ‘comerse la contaminación’. La construcción cuenta con un material que mezcla cemento y dióxido de titanio que, al entrar en contacto con la luz, captura los distintos compuestos de óxidos de nitrógeno del aire y los transforma en una especie de sal.
Otros estudios de arquitectura ya utilizan este material, por lo que se espera que en los próximos años lo veamos en más edificios. La construcción se sitúa en una de las ciudades italianas con mayores índices de polución
Un rascacielos de 4.800 metros de altura, el futuro
La compañía Arconic, especializada en materiales, ha diseñado el futuro de los rascacielos. Su proyecto para ayudar a poner fin a la contaminación es un rascacielos de 4,8 kilómetros de altura con materiales capaces de limpiar el aire y ventanas convertibles en balcones de cristal.
Según ha señalado Sherri McCleary a ‘Business Insider’, el revestimiento que utilizan para este edificio se denomina EcoClean, que aprovecha la luz solar y el vapor de agua para que, al mezclarse con otros compuestos químicos, descomponga las sustancias contaminantes. Este rascacielos es solamente un proyecto que no ha comenzado a construirse, pero sería una posible solución para disminuir la contaminación en las grandes ciudades.