Clientes como Gmail hacen un gran trabajo a la hora de eliminar el correo no deseado, pero todavía hay algunos que se cuelan en nuestra bandeja.

De esta manera puedes eliminarlos:

Algunos de los gestores de ‘email’ más conocidos del momento hacen un trabajo más que notable a la hora de distinguir entre el correo que es verdaderamente importante y ese que sólo pretende vendernos la última moto. ¿Existe forma de librarse de él? Aunque es imposible que no se cuele un mensaje ocasional, existen trucos para minimizar su impacto.

Tenga en cuenta que debes ser muy cuidadoso a la hora de compartir tu correo electrónico personal, que no está de más crear cuentas alternativas para darse de alta en servicios que no sean esenciales para tu día a día y que debes evitar hacer pública esa dirección en cualquier comentario, red social o lugar que pueda estar alcance de los bots que se dedican a recoger este tipo de información.

Crea cuentas alternativas

Tener una dirección de correo adicional a la que usas en tu día a día te puede ahorrar un buen puñado de dolores de cabeza. Puedes utilizarlo como un cajón de sastre para darte de alta en todo tipo de servicios que no requieran comunicación permanente vía mail. Quizá para un comercio ‘online’ sí necesites su dirección habitual (por aquello de controlar la información de tus pedidos) pero, ¿es necesario que Facebook te avise cada vez que alguien comenta una de tus publicaciones?

No aceptes comunicación comercial

Es muy probable que cuando te das de alta en un servicio ‘online’, justo antes de pulsar el botón que te suscribe o que crea tu cuenta, te encuentres con dos casillas. Una que debes marcar de manera obligatoria en la que das tu consentimiento a los términos de uso de ese servicio (sí, el mismo que nadie se lee) y un segundo en el que das tu aprobación a que te envíen correos con fines comerciales.

Lo habitual es que esa casilla esté marcada por defecto, por lo que trata de localizarla para desmarcarla antes de seguir con el proceso. Esta medida no garantiza que no lleguen correos desde ese portal (siempre se suelen reservar el derecho a mandar comunicados importantes) pero es más que efectiva para ahorrarse algún que otro dolor de cabeza.

Esconde tu dirección en foros y redes sociales

El ‘spam’ suele ser un arma bastante rentable para aquellos que lo utilizan. Basta con que una persona pinche un enlace para rentabilizar miles de correos. Por ello, las cuentas responsables de mandar ‘spam’ utilizan programas que rastrean la red en busca de direcciones de correo por lo que es aconsejable que, si te ves obligado a escribirlo en algún foro público o red social, trates de ocultarlo de la mejor manera posible.

En la actualidad, utilizar trucos como tú dirección[arroba]Gmail[punto]con ya no se consideran efectivos. En su lugar, puedes probar a enviar tu dirección como una imagen adjunta, aunque sea un ligero engorro para esas personas que no pueden copiar y pegar y tienen que escribirla a mano.

Marca como ‘spam’

Los clientes de correo acostumbran a contar con un botón que permite marcar los correos como ‘spam’. ¿Cuál es el problema asociado a esta práctica? Que, en ocasiones, podemos mandar a esa carpeta correos que sí que nos puedan interesar. Por ello, es aconsejable que visites tu carpeta de ‘spam’ con cierta regularidad (una vez al mes puede ser suficiente) para revisar si en ese rincón se han colado correos que deberían estar en tu bandeja de entrada y aproveches para marcarlos como comunicaciones pertinentes.

Señalar conversaciones como ‘spam’ puede ser útil aunque no está de más comprobar dicha carpeta para que no se cuelen correos importantes

Elimina suscripciones                         

Existen servicios que hacen toda la tarea sucia por ti para que tu bandeja de entrada esté lo más limpia posible. Unroll.me es uno de ellos, una web a la que le dices tu dirección de correo y que se encarga de mostrarte una lista con todas las suscripciones en vigor asociadas a esa dirección.

Desde Unroll.me puedes gestionarlas de manera que incluso que aquellas a las que crees que no estás suscrito aparecen en pantalla. Es más, desde esta página podrás borrarte de algunas listas a las que, de manera habitual, no tienes acceso.

No abras el correo basura

Es la regla número uno contra el ‘spam’. Si huele a ‘spam’ y parece un ‘spam’, es muy probable que sea ‘spam’. Cuando un correo no deseado contiene imágenes, tenemos que conectarnos a un servidor para descargarla y durante este proceso estamos compartiendo una información muy valiosa como nuestra IP, que nuestra dirección es correcta y funciona o que hemos leído el correo.

Una forma de evitar esta práctica es consultar cada comunicación de manera ‘offline’ o gestionarlo desde un programa que no esté alojado en la web.

Gestiona las notificaciones

Las redes sociales son especialmente insistentes a la hora de notificar a sus usuarios acerca de interacciones o novedades en el servicio. En Facebook, por ejemplo, puedes gestionar los correos en Preferencias > Notificaciones > Email mientras que en Twitter puedes hacerlo en Configuración > Notificaciones por correo.

También puedes seguir el consejo del primer punto y darte de alta en estas redes con direcciones que no vayas a consultar durante tu día a día para ahorrarte el correo basura