Cuanto más tiempo utiliza un adulto joven las redes sociales, más probable es que se sienta socialmente aislado, según revela un análisis nacional dirigido por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos.
Además del tiempo que se pasa conectado digitalmente, los científicos encontraron que la frecuencia de uso se asoció con un mayor aislamiento social.
El hallazgo, publicado en «American Journal of Preventive Medicine», sugiere que el uso de las redes sociales no supone una panacea para ayudar a reducir el aislamiento social percibido, que es cuando una persona carece de un sentido de pertenencia social, un verdadero compromiso con los demás y el cumplimiento de las relaciones. En el pasado, el aislamiento social se ha vinculado por sí solo con un mayor riesgo de mortalidad.
«Es un tema importante que estudiar porque los problemas de salud mental y el aislamiento social están en niveles epidémicos entre los adultos jóvenes», alerta el autor principal de este estudio, Brian A. Primack, director del Centro para la Investigación en Medios, Tecnología y Salud y vicerrector adjunto de Salud y Sociedad en la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad de Pittsburgh (UPMC, en sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
«Aunque puede parecer que las redes sociales presentan oportunidades para llenar ese vacío social, creo que este estudio sugiere que puede que no sea la solución que la gente esperaba», sentencia este investigador, quien en 2014 evaluó a 1.787 adultos estadounidenses de 19 a 32 años mediante cuestionarios para determinar el tiempo y la frecuencia de uso de los medios sociales.
En concreto, los investigadores preguntaron a los participantes sobre las 11 plataformas de medios sociales más populares de la época: Facebook, YouTube, Twitter, Google Plus, Instagram, Snapchat, Reddit, Tumblr, Pinterest, Vine y LinkedIn. Los científicos midieron el aislamiento social percibido de los participantes usando una herramienta de evaluación validada llamada «Patient-Reported Outcomes Measurement Information System».
Incluso cuando los investigadores controlaron una variedad de factores sociales y demográficos, los participantes que usaban las redes sociales más de dos horas al día tenían el doble de probabilidades de aislamiento social percibido que sus compañeros que pasaban menos de media hora en las redes sociales cada día. Y los participantes que visitaron varias plataformas de medios sociales 58 o más veces por semana tuvieron aproximadamente el triple de las probabilidades de aislamiento social percibido que los que las visitaron menos de nueve veces por semana.
¿Qué fue antes?
«Todavía no sabemos qué fue primero, el uso social de los medios o el aislamiento social percibido», reconoce la autora principal Elizabeth Miller, profesora de Pediatría en Pitt y jefa de la División de Medicina en Adolescentes y Adultos Jóvenes en el Hospital Infantil de Pittsburgh de UPMC.
«Es posible que los jóvenes adultos que inicialmente se sintieran socialmente aislados se volcasen en los medios de comunicación social, o que su mayor uso de los medios sociales de alguna manera les llevara a sentirse aislados del mundo real, pero también podría ser una combinación de ambos. Pero si el aislamiento social llegó primero, no parecía aliviarse pasando tiempo ‘online’, incluso en situaciones supuestamente sociales», añade.
Los investigadores tienen varias teorías sobre cómo un mayor uso de los medios de comunicación social podría alimentar sentimientos de aislamiento social. Por ejemplo, el consumo de medios sociales desplaza experiencias sociales más auténticas porque cuanto más tiempo pasa una persona «conectada», tiene menos tiempo para las interacciones del mundo real. Además, ciertas características de los medios de comunicación social facilitan los sentimientos de ser excluidos, como cuando se ven fotos de amigos que se divierten en un evento al que no hemos sido invitados.
Asimismo, ver representaciones altamente idealizadas de la vida de los compañeros en sitios de redes sociales puede provocar sentimientos de envidia y la creencia distorsionada de que otros llevan vidas más felices y más exitosas. Por ello, Primack, que es médico de medicina de familia, y Miller, pediatra, alientan a los médicos a preguntar a los pacientes sobre su uso de los medios sociales y aconsejarles a reducirlo si parece estar vinculado a síntomas de aislamiento social.
Sin embargo, estos expertos señalan que se necesita mucho más estudio para entender los matices en torno al uso de los medios sociales. «La gente interactúa entre sí a través de las redes sociales de muchas maneras diferentes», plantea Primack, también profesor de Medicina, Pediatría y Ciencia Clínica y de Traducción en Pitt.
«En un gran estudio basado en la población como este, informamos de las tendencias generales que pueden o no aplicarse a cada individuo. No dudo que algunas personas que utilizan ciertas plataformas de manera específica pueden encontrar comodidad y conexión social a través de las relaciones de los medios de comunicación social. Sin embargo, los resultados de este estudio simplemente nos recuerdan que, en general, el uso de las redes sociales tiende a asociarse con un mayor aislamiento social y no disminuyen el aislamiento social», concluye.