Glorias perdidas. La consultora Cifra acaba de revelar datos que aseguran que los médicos se sienten insatisfechos con su trabajo y con su valoración social. Parece que por primera vez en mucho tiempo, “m’hijo el dotor” ya no es un destino deseado.
¿Estaremos presenciando la erosión de uno de los valores más característicos de la cultura uruguaya, la ascensión social mediante el estudio y las profesiones universitarias?
Aquí la columna de Richard Danta: