La Orquesta de Cámara Rusa de San Petersburgo ofrecerá un concierto en la capital uruguaya en el marco de la celebración de los 160 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Rusia y Uruguay. Su director artístico, Juri Gilbo, conversó con Sputnik sobre el concierto, la orquesta y su visión de la música de cámara.

El próximo 5 de julio los uruguayos están invitados a descubrir, o redescubrir, el espíritu de música clásica rusa de la mano de una de las orquestas más reconocidas en Rusia y Europa y de su destacado y carismático director.

La tradición musical rusa es una de las más influyentes de la cultura mundial y cuenta con la particularidad de tener «una espontaneidad emocional» y de suceder «de corazón a corazón», según el director y compositor Gilbo.

El prestigioso Teatro Solís es el escenario elegido para el concierto que presentará obras que van desde el Barroco hasta la música contemporánea. Esta es la primera vez que la orquesta visita tierras latinoamericanas y su gira también incluirá una presentación en Santiago de Chile, el 4 de julio en el Teatro de las Condes.

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Esta orquesta, fundada en 1990 por músicos graduados del renombrado Conservatorio Rimsky-Korsakov de San Petersburgo y establecida actualmente en Frankfurt, es uno de los embajadores más importantes de la música de su país, a la que Gilbo define como «multicultural».

«Rusia, si nos fijamos en el mapa, es un enorme cruce de culturas diferentes. Tenemos la oportunidad de tomar parte en esta fusión cultural entre Rusia y Europa Occidental. Y es muy importante, porque las tendencias políticas cambian todo el tiempo, pero la cultura y la música siguen siendo valores eternos, que unen a los pueblos de nuestro planeta», destacó el compositor.

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El repertorio que presentará en Uruguay, dividido en dos bloques, contará con las interpretaciones de grandes obras de compositores mundialmente conocidos como ‘Melodrama’ y ‘Danza napolitana’ de Chaikovski, Quinteto para clarinete y cuarteto de cuerdas de Weber, y ‘El violinista en el tejado’ de Bock. El broche de oro lo pondrán las interpretaciones de ‘Oblivion’ y ‘Adiós Nonino’ del compositor argentino Astor Piazzolla.

La decisión de culminar el espectáculo con estas piezas no es para nada casual, «en primer lugar, Piazzolla es uno de los grandes compositores románticos, quizás el último compositor romántico. Es, además, uno de los representantes más brillantes y profundos de la fusión de diferentes culturas, como la música clásica y el tango. Y este fenómeno de interacción cultural es muy cercano a nosotros», explicó el director.

Esta conjunción de diferentes culturas musicales es acarreada también por Gilbo, que se formó tanto en Alemania como en Rusia, y que es reflejada en la composición de un sonido inconfundible, combinando las cuerdas rusas con los vientos de Europa Occidental y buscando transmitir la esencia de la música, «uno de los más bellos secretos que existe en nuestra vida», para el compositor.

En el afán de propiciar el intercambio cultural, la orquesta está «abierta» a músicos talentosos de todos los países. Además, Gilbo destaca que todos los músicos del conjunto, ya sean jóvenes o de gran experiencia, pueden «jugar en solitario» o ser «líderes» de la misma. «No hay ninguna jerarquía, sino que hay la confianza mutua y respeto», remarcó el compositor quien está a cargo de la dirección desde 1998.

La orquesta se presenta habitualmente con solistas de prestigio mundial como Mstislav Rostropovich, Nigel Kennedy, Vadim Repin, Mikis Theodorakis, Igor Oistrach, Mischa Maisky, Mischa Maisky y Sergei Nakariakov. Así como su director, quien ha colaborado con orquestas en Europa, Rusia, Estados Unidos, Brasil, Costa Rica, Israel, Líbano, Turquía, Corea, China, Japón e Israel.

Sus conciertos han sido presentados en las salas europeas más importantes, como el Teatro Real de Madrid, la Alte Oper Frankfurt y el Teatro dell’Opera di Roma. También ha sido parte de numerosos festivales internacionales, entre los que se destacan el Schleswig-Holstein Music Festival, Rheingau Music Festival, Izmir International Festival, Festival Musique en Vendée y el Music Summer Weggi.

Sin embargo, al momento de destacar una presentación, Gilbo no se olvidó de mencionar a los conciertos en pequeñas ciudades, ya que para él tienen el mismo significado que los espectáculos en los teatros más importante.

«Tal vez, se ve como una familia con muchos niños. Cuando se educa a cada niño con todo su amor, no se puede saber cuál de ellos es el que más nos gusta», reflexionó.

 

(Fuente: Agencia Sputnik)