El Gobierno de Donald Trump impuso sanciones a 13 altos cargos del Gobierno venezolano, militares y ejecutivos de la petrolera estatal PDVSA, con lo que se busca aumentar la presión sobre el presidente Nicolás Maduro para que abandone sus planes de realizar una Asamblea Constituyente.

El mandatario venezolano Nicolás Maduro rechazó la sanción de Estados Unidos contra 13 funcionarios y ex colaboradores de su gobierno, que calificó de «insolente».

Maduro repudió la «ilegal, insolente e insólita pretensión de un país de sancionar a otro país». «¿Qué se han creído los imperialistas de los Estados Unidos? ¿Que son el gobierno mundial? (…) No lo aceptamos», dijo.

El gobernante socialista condecoró a los sancionados, al entregarles réplicas de la espada del héroe independentista Simón Bolívar, en un acto de campaña por su Asamblea Constituyente, cuyos integrantes serán elegidos el próximo domingo.

«¡Los hijos de Bolívar no se rinden!», exclamó Maduro, mientras los asistentes coreaban consignas «antiimperialistas».

A través de la orden ejecutiva 13692, Estados Unidos decidió imponer las sanciones contra los individuos por presuntos abusos contra los derechos humanos y corrupción, salvando por ahora al país sudamericano de sanciones financieras o «sectoriales» más amplias contra su vital industria petrolera.

De acuerdo con el comunicado del Tesoro, las sanciones del miércoles apuntan contra funcionarios actuales y antiguos asociados con las elecciones o el socavamiento de la democracia, así como la violencia desenfrenada contra los manifestantes de la oposición.

Todos los activos de estas personas sujetos a la jurisdicción de los Estados Unidos están congelados a partir de ahora.

La iniciativa está encaminada a mostrar al Gobierno socialista de Maduro que Trump está dispuesto a cumplir con su amenaza de imponer «acciones económicas fuertes y rápidas» si Caracas sigue adelante con sus planes para realizar el domingo una votación destinada a establecer una Asamblea Constituyente que, según los críticos, aumentará fuertemente el poder de Maduro, dijeron las fuentes.

«Como el presidente Donald Trump ha dejado en claro, Estados Unidos no ignorarán los esfuerzos en curso del régimen de Maduro para socavar la democracia, la libertad y el imperio de la ley», dijo el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin.

«Como lo demuestran estas sanciones, los Estados Unidos están del lado del pueblo venezolano en su búsqueda de restaurar en su país una democracia plena y próspera», agregó el funcionario.

El más grave de los posibles pasos a futuro serían las sanciones financieras que suspenderían los pagos en dólares por el petróleo del país, lo que privaría al obierno del país sudamericano de una divisa fuerte, o una prohibición total de las importaciones de petróleo a Estados Unidos, el mayor cliente de Venezuela.