La trata de personas es un tema que afecta a miles desde hace muchos años. Es un negocio a nivel internacional que mueve millones de dólares.

La vida para quienes son víctimas es dura. A la mayoría no solo las explotan sexualmente, sino que las golpean o las aislan.

En Uruguay no han podido ponerle fin al tema, y hoy, además de ser un país de origen, también es de tránsito y destino. Hay muchas denuncias pero pocas detenciones de quienes comercializan a estas personas.

La mayoría de las víctimas son mujeres de entre 18 y 30 años, según informa «El Paso», un grupo que se ocupa de ayudarlas. Ésta organización brinda colaboración a 200 mujeres, la mayoría, aproximadamente 150, son dominicanas.

Sandra Ferrini, quien sufrió la trata en carne propia tras haber sido vendida por su propia madre a los 8 años, habló con «De Taquito a la Mañana» y contó como fue su primer experiencia: «en aquel momento no sabía lo que estaba pasando pero sabía que estaba en peligro la vida de mi padre».

Sandra comentó como pudo salir de la situación luego de 37 años: «me escapé gracias a que tuve un accidente de tránsito en el que quedé paralítica…sucedió luego de estar en un bar desayunando» y agregó «para nosotros era como una navidad ya que no teníamos permitido hacerlo».

Ferrini pasó de ser vívtima a estar por iniciar una fundación para colaborar con las personas damnificadas.

A nivel del Estado uno de los teléfonos para pedir ayuda es el 0800-7272 de InMujeres.

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