En 2010 se encargó de la reanimación de un jugador de fútbol de la Liga Universitaria de Deportes. La experiencia, lo llevó por el camino de enmarcar un protocolo de acción para proteger a todos los deportistas, ya que Uruguay carecía hasta hace un tiempo de un régimen de atención.

Pasó por la Universidad argentina de Favaloro para cursar cardiología en el deporte, instituto en el que cerró la primera etapa, encontrando eslabones de la cadena de supervivencia que todavía no estaban establecidos.

El Dr. Gladimir Mello, médico deportólogo dedicado a estudiar cada detalle de los pacientes con los cuales trata en su consultorio, comenzó a idear este protocolo que pretende extenderse hacia todo el país, ya que su trabajo habitual no le demanda un peso importante.

La experiencia del futbolista Marc-Vivien Foe, el 26 de junio de 2003, quien padeció muerte súbita jugando un partido, fue uno de los puntos en el cual basó su primera exposición.

El legado que intenta quede en la sociedad es el de disfrutar por el club del que cada uno es hincha pero también abrazarse a un amigo, un familiar o alguien querido y también encontrar esa felicidad, por el simple hecho de salvar cualquier vida en cualquier contexto.

¿Cuál es el primer momento de que se está en una situación de colapso por parte de una persona?

El compañero del jugador que colapsó es el primer testigo. De uno a cinco segundos son ellos los que se dan cuenta en ese momento. Si se da un diagnóstico rápido y empieza a reanimar en lugar de llamar al juez, que observe la situación, este comunique el ingreso de la sanidad y posteriormente de la ambulancia, las chances de sobrevivir son muy grandes. A nivel de tribunas se ha trabajado capacitando a rescatistas, coordinando a nivel interno y externo con los sistemas de emergencia en todos los escenarios deportivos.

¿Cómo fue la experiencia junto a la gente de Boca Juniors fue el primer estadio cardioprotegido de Latinoamérica?

La Bombonera superó todas mis expectativas ampliamente. Cuando tenía el proyecto no me imaginé que existiera algo de estas características. El Dr. Guillermo Bortman, padre de la cardioseguridad en América, me abrió las puertas, y me comentó que los rescatistas estaban dispuestos en grupos de tres, equipados con un DEA, un cardiodesfibrilador portátil, una camilla para trasladar a los pacientes, un botiquín de primeros auxilios, comunicados con un médico coordinador a través de handys, y en sectores estratégicos de los escenarios deportivos.

Ellos tardan aproximadamente 2 minutos, 25 segundos, en llegar a cualquier punto de todo el estadio, que además tiene un centro equipado con CTI, que se comunica con emegencias móviles de la zona. La Bombonera actualmente es un estadio neurocardioprotegido porque tiene un angiotomógrafo ubicado en un camión afuera por eventos cerebrovasculares. Es un ejemplo a seguir y el próximo paso es el Centenario.

¿Quién te abre las puertas del estadio Centenario para llevar a cabo el proyecto?

El año pasado me convocaron desde Panathlon para formar parte de dicha organización, a través de Hugo Viglietti. Doy la conferencia del lanzamiento de este proyecto y es Mario Romano, presidente de CAFO, el que me dio la posibilidad de poder llevarlo adelante.

¿Hay diferencias en los tiempos respecto a la Bombonera para los rescatistas que actúan en el estadio Centenario?

De cada punto del estadio íbamos a otros sectores. Cada tribuna se dividió en tres partes por cada anillo, es decir, teníamos, nueve sectores en total y desde cada uno realizamos comparaciones de tiempo. El tramo más largo es de la parte inferior izquierda de la tribuna Olímpica a la superior derecha y el cronómetro marcó 2 minutos, 15 segundos, algo que me sorprendió mucho. Probamos con la presencia de público y el tiempo total fue de 2 minutos, 55 segundos en un lugar que nunca va haber un rescatista. Le comenté a Mario y se lo mostré. Diseñamos a partir de esto el protocolo, se buscó el sitio ideal a través de varias mediciones de tiempo y actualmente estamos en 1 minuto, 15 segundos, con rescatistas en todas las tribunas. Además, todos los equipos deben tener a disposición los elementos necesarios para actuar rápido en caso de que acontezca un hecho de estas características.

¿Además del Centenario está la idea de ampliar el proyecto a otros escenarios deportivos?

Nos han llamado en estos meses varias instituciones deportivas, no sólo de fútbol, sino también de rugby y básquetbol. Evidentemente el fútbol es lo más importante y hay eslabones planteados para llevarlo a otros estadios, incluso el Dr. Alfredo Etchandy me dijo de llevarlo a las plazas de deportes, las delegaciones que viajan.

El Campeón del Siglo y el Gran Parque Central deben ser los próximos escenarios ya que pueden ser sedes de un posible Mundial que se organice en 2030. Estos cuentan con servicio de paramédicos y rescatistas que nos llamaron para asistir a algunas de nuestras charlas para hacer de Uruguay un país cardioprotegido en el deporte.

¿La primera prueba importante es el clásico del 17 de setiembre para afinar detalles de cara al Mundial femenino de 2018?

Mi socia Andrea Mattiozzi va a tratar de ponerse en contacto con las autoridades para se proponga el proyecto en FIFA de cara al Mundial. Mantuve reuniones con centros de capacitación, emergencias móviles y después del lanzamiento rápidamente se adecua todo para que el protocolo esté en condiciones lo antes posible. El clásico puede ser uno de los grandes objetivos de como impartir las cosas y dedicar la coordinación.

SERIE DE CONFERENCIAS A LLEVARSE A CABO

Los martes 12 y 26 de setiembre, como el 3 de octubre en el Museo del Fútbol del estadio Centenario se van hacer tres conferencias de aproximadamente 45 minutos, en las que se harán exposiciones de la iniciativa.

Dr. Óscar Bazzino, expresidente de la Sociedad Uruguaya de Cardiología, va a exponer sobre cómo se da la muerte súbita, de qué manera se puede desencadenar, si en el deporte se da más o no y como se puede prevenir.

Dr. Guillermo Bortman, cardiólogo de trascendencia a nivel mundial, va a hablar sobre la experiencia de Boca Juniors, de toda la base para el proyecto en Uruguay.

Dr. Gladimir Mello. Expondrá sobre lo que se está haciendo en el Centenario, adecuando la organización y acreditación a los jugadores que son el primer eslabón de la cadena. Es el agregado fundamental al protocolo universal.

A excepción de la última puesta al público, en la que no participará en Dr. Bortman, en las demás, estarán los tres expositores presentes. El 3 de octubre lo harán los doctores Bazzino y Mello.

(Por Rafael Castillo)