Ya pasan más de 48 horas después de que el terremoto de mayor magnitud jamás registrado en la historia de México sacudió el país norteamericano y varios países de Centroamérica. Y según pasan las horas, el número de víctimas mortales sigue en aumento. Al cierre de esta edición, son 65 las cifras oficiales de personas fallecidas tras el sismo, todas de ellas en los estados sureños de Tabasco, Oaxaca y Chiapas. Debido a su cercanía del epicentro, a unos 120 kilómetros de la costa Pacífico, fueron particularmente los dos últimos estados en los que se registró un mayor número de fallecidos, alrededor del 90% de las víctimas mortales.

La peor parte se la ha llevado el pequeño municipio oaxaqueño de Juchitán de Zaragoza donde se calcula que al menos entre 35 y 45 personas fallecieron a causa del sismo. Buscan a la desesperada a los desaparecidos entre los escombros de los edificios derrumbados. Se estima que alrededor de la mitad de todas las viviendas del pueblo se derrumbaron tras sentir la sacudida del temblor de 8,2 grados en la escala de Richter. «En los 41 municipios hay una zona de desastre, especialmente en el municipio de Juchitán, donde de 14.000 viviendas más de 7.000 están con daños estructurales mayores», dijo a los medios el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, en un informe sobre las poblaciones más impactadas por el temblor.

Prioridad: agua y alimentos

Por ello, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto se desplazó hasta el municipio para realizar un recorrido y supervisar de primera mano los desperfectos. «La prioridad en Juchitán es restablecer el abastecimiento de agua y alimentos, así como la atención médica de las personas afectadas», dijo Peña Nieto a través de la red social Twitter. Al finalizar su visita a la pequeña población, el presidente aseguró que dependencias de la Secretaría de Gobernación -como el Ministerio del Interior en España- ya están trabajando para atender a los habitantes del municipio. Asimismo, declaró tres días de luto nacional por las víctimas. Varios habitantes de Juchitán calificaron la situación de «crítica».

Además del derrumbe de cientos de edificios, se han reportado cortes en el suministro eléctrico y de agua. El Hospital General Dr. Macedonio Benítez Fuentes, el principal centro sanitario de la ciudad, resultó severamente dañado, por lo que los servicios de salud evacuaron a los pacientes a un descampado y trabajaron iluminados por la luz de sus móviles.

El movimiento telúrico ocurrió cerca de la medianoche —como las siete de la mañana en España— del jueves 7 de septiembre. Fue el de mayor intensidad jamás registrado en México, de acuerdo con un comunicado del Servicio Sismológico Nacional. Y a pesar de ser un país acostumbrado a los temblores, debido a que se encuentra en una zona de alta actividad sísmica, muchos mexicanos confiesan a ABC que se vieron sorprendidos por la fuerza con la que este terremoto agitó los edificios y calles de sus ciudades.

Ciudad de México, a salvo

En la capital, Ciudad de México, no se han reportado grandes daños en la infraestructura ni, por el momento, víctimas mortales dentro del área metropolitana, donde viven más de 20 millones de personas. Aproximadamente unas 70 escuelas presentaron afectaciones tras el sismo, por lo que se suspendieron las clases para analizar los daños y estudiar cómo serán reparados.

El terremoto también afectó a Guatemala, donde dejó grandes despertos. El último balance estima que hay más de 4.700 afectados, entre ellos cuatro heridos