La ONG israelí que reúne ingenieros, diseñadores industriales y programadores con usuarios que poseen capacidades especiales concluyó el domingo su “Makeathon” de 72 horas en las que se crearon seis prototipos que pronto estarán disponibles para el mundo entero. “Tom es una idea de creatividad y sueño y que lleva dentro dos cosas: la tecnología y los valores”, señaló la embajadora de Israel en Montevideo.
Seis personas con capacidades diferentes, una serie de problemas en la vida cotidiana, 60 voluntarios de disciplinas diversas, desde ingenieros y diseñadores a psicólogos y maestros, reunidos durante 72 horas en un mismo lugar.
Esta es la receta que la ONG israelí Tikkun Olam Makers (TOM) ha llevado por todo el mundo como forma de encontrar soluciones novedosas, accesibles y abiertas para diferentes problemáticas, y que el domingo concluyó su primera edición en Uruguay.
El espacio elegido fue el Parque Industrial Tecnológico del Cerro, en Montevideo, donde seis grupos de 10 “makers”, voluntarios de diferentes disciplinas que ofrecieron su tiempo libre fuera de sus trabajos, fueron asignados cada uno al desafío de solucionar el problema de una persona afectada por una discapacidad.
Tras meses de reuniones preliminares con el beneficiario y su familia, el viernes comenzó el esperado “makeathon”, un agitado plazo de tres días para construir el prototipo de una solución específica para un problema de la vida cotidiana.
“Esperamos que los seis prototipos no sólo mejoren la calidad de vida de estas seis personas, sino que al enviarlas a Israel mejoren la calidad de vida de otras miles de personas en otras partes del mundo”, contó a Infobae el organizador local de Tom Uruguay, Bebo Gold.
Más de 150 personas trabajaron como voluntarias en la organización que contó con unas 50 instituciones públicas y privadas, incluyendo el gobierno de Uruguay y la embajada de Israel, distintas empresas, ONGs y emprendedores sociales, según confirmó Gold, en este evento realizado en el marco del Festival Internacional de Innovación Social (Fiis) 2017.
“Tom es clave para Uruguay, por la posibilidad de inspirar y demostrar que no es necesario tener un presupuesto, sino que es necesario tener la colaboración y las ganas de juntarse y ver oportunidades para los diferentes sectores, de cómo de forma colaborativa se puede trabajar en mejorar la vida de a alguien con discapacidad”, contó Gold.
“Hay un mensaje de unirse entre instituciones del estado y ONGs. El concepto de que no estoy donando sino que estoy aprendiendo, me estoy enriqueciendo yo por ser parte de algo de esto. Y a su vez estoy dando una solución”, agregó.
Tom nació en 2014 en Tel Aviv bajo el concepto de acercar desarrolladores, inventores, fabricantes, diseñadores e ingenieros a personas que viven con diferentes discapacidades por un periódo de tiempo, y se ha convertido en uno de los eventos internacionales más importantes de Israel.
Su objetivo para los próximos 10 años es acercar sus soluciones a 250 millones de personas en 192 países. En América Latina el primer Tom tuvo lugar en Buenos Aires en 2016, en octubre de este año se celebró en Medellín, Colombia, y en noviembre Montevideo y Ciudad de México fueron las dos nuevas sedes, además de Kazajistán en Asia Central.
En diciembre será el turno de Melbourne, en Australia.
“Con el objetivo de mejorar cada año el Fiis nos propusimos dar un paso más adelante, y eso tenía que ver con hacer algo concreto que demuestre, que no quede en una simple charla de oradores donde la gente viene a hablar“, explicó Gold sobre el proceso de traer el evento a su país.
Por su parte Daniel Weil, director de Tom en Tel Aviv, señaló a través de una videoconferencia que “este proceso no termina cuando termina el ‘Makeathon’, es sólo el comienzo de cómo va a ayudar a mucha más gente. Vamos a tomar cada uno de sus proyectos, documentarlos y subirlos a la plataforma online, y entonces estará disponible a cualquier en el mundo. Cuando ayudas a una persona a ayudas muchas otras“.
Este último concepto se relaciona con la idea detrás de Tom, expresada en la frase Tikkun Olam que en hebreo significa algo similar a “reparar el mundo”, también vinculada an expresión hallada en el Talmud: “Quien salva una vida salva al Universo entero”.
Weil mencionó al respecto que en la Conferencia de Medicina Exponencial, organizada por la Singularity University en San Francisco, Estados Unidos, de 2016 una solución hallada en un evento Tom “fue reproducida 100 veces para 100 personas diferentes en el mundo”.
Actualmente Tom se encuentra en la fase de tomar todos los prototipos creados en los diferentes eventos en todo el mundo, transformalos en productos y luego compartir el código abierto para distribución global.
Una maratón de innovación social
Infobae pudo asistir al “Makeathon” en Montevideo, durante el cual los seis grupos trabajaron contrarreloj en un área industrial reconstruida, en medio de un espíritu de servicio, de juego y cooperación, y entre el ruido a carpintería y el olor a maquinarias, aserrín y yerba mate.
La sala contaba con un taller convencional, con diferentes herramientas y materiales disponibles, así como también varias impresoras 3D y un centro de CNC (cálculo numérico computado).
Los grupos trabajaron en conjunto con los beneficiarios y sus familiares, en medio de grandes expectativas, ansiedades y esperanza, y una inmensa alegría y emoción por los prototipos logrados.
El primer grupo logró construir un dispositivo que permite al usuario trasladarse de una silla silla de ruedas a su cama con mayor facilidad, extendiendo dos “alas de transferencia” a través de las cuales es más fácil moverse.
Programadores en coordinación con diseñadores industriales e ingenieros crearon un software accesible de reconocimiento del parpadeo para una persona con dificultades motrices en sus cuatro miembros, lo que unido a un sistema de pictogramas y una computadora portátil le permite una comunicación mucho más fluida.
Otros “makers” modificaron una silla de ruedas para que una persona con un brazo amputado pueda mover ambas ruedas desde un mismo lado.
“Esto es un evento que se basa en la solidaridad. Todos estamos colaborando con el mundo”, indicó Fabricio Leyton, responsable técnico de la organización del Tom Uruguay, al momento de presentar las soluciones halladas.
Esa misma noche domingo fueron enviadas a Israel, donde serán ajustadas, documentadas y puestas a disposición en formato Open Source (código libre, sin patentes ni restricciones).
Por qué en Uruguay
“La relación entre Israel y sudamérica es algo histórico y está basada en amistad y valores comunes. La primera embajada de Israel en América Latina estaba en Montevideo”, contó la embajadora de Uruguay, Nina Ben-Ami, a Infobae durante la apertura de Tom.
“Tom es una idea israelí de creatividad y sueño y que lleva dentro dos cosas: la tecnología y los valores. Eso es importante para Israel y para Uruguay”, agregó.
Ben-Ami señaló que tras la creación del Estado de Israel, en 1948, en una región árida y con muchos enemigos, hubo una voluntad de acercarse a regiones que estaban lejos geográficamente pero próximas en valores comunes.
En las últimas décadas, el prestigio de Israel en el ámbito de la tecnología, la innovación y el emprendedurismo ha incluso generado interés en países de Sudamérica donde existe un búsqueda similar, aunque apenas incipiente, por este tipo de desarrollo y que en esta región, debido a las necesidades insatisfechas, se convierte en un camino para posible para cambiar la realidad social.
“En Israel lo más importante que tenemos es el conocimiento, el recurso humano, porque no tenemos agua ni tenemos petróleo“, concluyó.