Luego de casi medio siglo en prisión, y a sus 83 años, CharlesManson, falleció por causas naturales en el hospital del condado de Kern. No está claro qué ocurrirá con sus restos, dado que las autoridades dijeron que no tenía familiares y, de acuerdo con la ley estatal, si en el plazo de 10 días no se presenta ningún pariente o representante legal será el departamento el que decida si sepultarlo o incinerado.

Tampoco se conoce si Manson solicitó algún tipo de funeral y qué ocurrirá con sus propiedades, entre las que habría obras de arte y al menos dos guitarras.

La ley de California dice que el Departamento de Prisiones debe guardar sus pertenencias durante un año de previsión de posibles batallas legales sobre quien puede solicitarlas legítimamente.

Lo cierto es que sus crímenes conmovieron a la humanidad y jamás se arrepintió de haberlos cometido.

Todo empezó con los Beach Boys: Manson era amigo de Dennis Wilson, el baterista de la banda, y un buen (o un mal) día se le ocurrió comentarle que tenía unas canciones con las cuales pretendía grabar un disco. Wilson lo puso en contacto con Terry Melcher, uno de los productores de rock estrella de Los Ángeles, y a su vez él mismo una figura de la farándula. Melcher era hijo de la actriz Doris Day y novio de la actriz Candice Bergen (ella, a su vez, era hija de Edgar Bergen, el más famoso ventrílocuo de todos los tiempos, pero eso es otra historia…).

El punto es que Manson le llevó su material a Melcher, que a Melcherno le gustó y que se lo hizo saber de un modo, digamos… ¿agresivo?

La leyenda dice que Melcher calificó la música de Manson como «muy mediocre». ¿Era para tanto? Ubiquémonos en la época. En 1969 se editaron Abbey Road, de los Beatles; Let It Bleed, de los Rolling Stones; Led Zeppelin II, de Led Zeppelin; In The Court Of The Crimson King, de King Crimson y los primeros discos de Yes y Crosby, Stills & Nash.Digamos que la vara estaba alta y que en 1969 había que ser bueno de verdad para impresionar a un productor top.

El ego de Manson no soportó el rechazo. Había otros productores en el ambiente, otros contactos que tocar, seguro que el propio Dennis Wilson le podía presentar a alguien más, pero Manson se dijo que no, que basta, que Melcher pagaría caro su desprecio. Manson había fundado en 1967 una secta seudorreligiosa a la que llamaba «La familia». Era bastante sencillo armar una secta por entonces, y acaso hasta más divertido que ahora, básicamente por la combinación «amor libre» + «LSD» + «hongos alucinógenos».

Manson, un ladrón de poca monta con frecuentes entradas y salidas de la cárcel,  tenía seguidores que lo obedecían ciegamente. Gente que le conseguía drogas, chicas que formaban una especie de harén lisérgico. Decidió usarlos para canalizar su odio. Y mandó a cinco integrantes de La Familia al 10050 de Cielo Drive, la mansión de Beverly Hills donde había vivido Melcher con Candice Bergen. Los elegidos fueron SusanAtkins, Patricia Krenwinkel, Leslie Van Houten, Linda Kasabian yCharles Watson.

La consigna que les dio Manson fue matar a todos los que encontraran en la casa. Melcher ya no estaba allí, pero sí otras celebrities: como la actriz Sharon Tate, en ese momento esposa del cineasta Roman Polanski y embarazada de ocho meses.

El 9 de agosto de 1969, los sanguinarios miembros de La Familia entraron en la casa con cuchillos y un rifle, ante la mirada atónita y aterrada de sus habitantes. Susan Atkins (apenas 19 años) le clavó 16 puñaladas a Sharon Tate (26), juntó su sangre en una toalla y escribió con ella en la pared la palabra «Pig» («Cerdo»).  En esa especie de orgía del crimen mataron también a Jay Sebring, peluquero, a Abigail Folger25 y a Voityck Frykowski, de 32, y al chico Steve Parent, de 18 años. Los asesinos decían haber escuchado las instrucciones en la canción «Helter Skelter», de Los Beatles.

Al día siguiente, mantenían la sed de muerte. Por eso decidieron cometer otro crimen. Así fue como, apenas dos días después, la misma banda de jóvenes asesinos fue a Bel Air  y mató a Leno La Bianca y su esposa Rosemary La Bianca. Esta vez se les sumó el propio Manson, acaso entusiasmado por el relato que sus fieles habían hecho de la experiencia. Otra vez volvieron a escribir con sangre en las paredes la palabra «Pig».

Charles Manson fue detenido por la policía y fue condenado por conspiración a la pena de muerte. Pero la pena de muerte fue abolida, y por lo tanto se sustituyó la pena de muerte por la de cadena perpetua. Durante el juicio dijo: «Tarde o temprano la voluntad de Dios se impondrá sobre todos ustedes, y a mí me condenaron por ser la voluntad de Dios».