La testificación del ex empleado de Torneos, Eladio Rodríguez, la semana pasada dejó más complicada a la empresa porque expuso el circuito de las coimas con un total de diez cuentas que involucran a los principales ex dirigentes del fútbol sudamericano, mientras que dejó claro que en el caso de Julio Grondona, las transacciones se hacían en efectivo.

De la redacción de Doble Amarilla.com

El ex empleado de Torneos, Eladio Rodríguez se sentó en el banquillo que había usado antes Alejandro Burzaco para desenmascarar como las transferencias a sociedades offshore y, en el caso de Julio Grondona el ‘furioso’ efectivo, permitía garantizar los favores (y los derechos) de los principales torneos del fútbol sudamericano y mundial.

El brasileño José María Marin, el peruano Manuel Burga y el paraguayo Juan Angel Napout, pero principalmente Julio Grondona, fueron los más involucrados por Rodríguez durante la tercera semana del juicio del FIFAGate en Brooklyn.

“De 48 a 72 horas después de hacer una transferencia, se entregaba el efectivo a Torneos, y después Torneos contaba el dinero. A veces, se entregaba en el departamento de Grondona. Pero lo más típico era que el chofer de Don Julio (Grondona) lo buscara en las oficinas nuestras”, fue una de las frases más fuertes del ex empleado de Torneos.

De esta manera quedó expuesto el rol clave de Daniel Pellegrino, histórico chofer de Julio Grondona en el circuito de las coimas. Pellegrino se movía en la sede de la AFA como un dirigente más y fue, hasta 2011, la persona de mayor confianza de Don Julio y su mujer Nely.

Pellegrino tenía una oficina en la estación de servicio de Sarandí, en el barrio de Crucecita, donde durante más de dos décadas fue la sede paralela de la AFA y sitio en el cual Julio Grondona recibía a sus más de veinte reuniones solicitadas por día.

Según contó Rodríguez en Nueva York, ahí era la rendición de cuentas de las coimas para Grondona con Pellegrino como intermediario necesario.

En el caso del “grupo de los seis” directivos menos influyentes del continente (Paraguay, Perú, Venezuela, Colombia, Ecuador y Bolivia) las transacciones de coimas se realizaban a través del grupo T&T, con sede en las Islas Caimán, que era una sociedad que había formado Torneos y Competencias junto con su par brasileña Traffic. T&T pagaba a sociedades offshore de Full Play en diez cuentas, otra empresa argentina, que a su vez pagaba a los ex dirigentes de las federaciones.

La investigación al hotel de los Grondona no se detiene

La declaración de Alejandro Burzaco, quien dijo que le había pagado millones de dólares en coimas a Julio Grondona y otros actores del fútbol, disparó la investigación. Hubo denuncia y la Justicia ya investiga un entramado de sociedades que habría sido utilizado para “canalizar flujos de dinero de manera marginal”. El yerno de Grondona también es investigado.

Hace algunos días, Doble Amarilla había reflejado que había malas noticias para la familia Grondona. Hubo una denuncia que señalaba que el Fueguino Hotel, establecimiento de cuatro estrellas ubicado en la costa del Canal de Beagle, puede estar ligado al FIFA Gate, las maniobras de lavado de dinero.

Esta denuncia tuvo su desarrollo y por estas horas, se avanza en la investigación. La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), según indicó Clarín este jueves, denunció ante la Justicia Federal por presunto lavado de activos al yerno de Julio Grondona, Genaro Aversa, y al propio Grondona, además de poner la lupa sobre Roberto Petti (dueño de Rotamund) y Aparicio Enrique Byron, alegados a diversas empresas que estarían relacionadas al hotel en cuestión, ubicado en Tierra del Fuego. 

Una de las principales sospechas sobre este “entramado societario” es la posible existencia de “conductas de inyección de fondos de origen ilícito en el mercado ‘de curso legal”, con la intención de alejar “el producto obtenido de su fuente de origen”. Pidieron que se determine el “origen real” de los fondos a los que buscaron “darle apariencia de lícitos”. Todo esto se dio en medio de los dichos de Alejandro Burzaco, quien en el marco de su declaratoria por le FIFA Gate, sostuvo haber pagado coimas millonarias y en dólares al ex titular de la AFA Julio Grondona, entre otros.

La denuncia quedó radicada en el juzgado del juez Marcelo Martínez De Giorgi. La PROCELAC analizó en primera instancia una presunta maniobra defraudatoria que involucra a todos los nombrados. Lo novedoso es el presunto “desvío de fondos en favor propio y/o de terceros, por la suma de U$S 900.000, obtenidos mediante la suscripción de un contrato de mutuo en 2010 con Aparicio Byrom”. Cabe destacar que Byrom es un empresario mexicano que es señalado como presunto testaferro de Grondona.

Según la Procuraduría, el dinero acreditado “engrosó el pasivo societario (que según la denuncia continúa sin ser saldado), perjudicando así el capital social de la empresa”. De la operatoria denunciada participaron Genaro Aversa (yerno de Grondona), Julio Grondona y Roberto Petti, (socios de la Firma Limay S.A.) y Gustavo Soffici (ex gerente de Limay S.A.).

Para la Procelac, los dueños de la sociedad, el empresario mexicano y otras firmas intervinientes, constituyen “un entramado societario” utilizado para “canalizar flujos de dinero de manera marginal”. La investigación alcanza a otras firmas receptoras de constantes cheques emitidos por Limay SA, sospechados de ser “espurios”. 

El hotel en cuestión es el que vincula a la familia Grondona con un pedido que realizó la legisladora, Graciela Ocaña, para que se embarguen los bienes sucesorios del ex presidente de la AFA, en el marco de la causa que investiga posibles maniobras delictivas entre el Programa Fútbol para Todos (FPT) y los acuerdos celebrados con la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), todo por intermedio de la Jefatura de Gabinete de Ministros.