En el tribunal de apelaciones de Porto Alegre se decidió ratificar la condena de Lula da Silva por delitos de corrupción y lavado de dinero, por parte de tres jueces, por unanimidad y como ya lo había decidido el juez anticorrupción, Sergio Moro, en julio de 2017.
Aún no es seguro que el ex presidente irá a prisión, ya que falta que se agoten todos los recursos de segunda instancia. Sin embargo, si tuviera que ir a prisión, Lula podría pedir un recurso de habeas corpus ante el Supremo Tribunal de Justicia (STJ) y recurrir a su vez ante el Supremo Tribunal Federal (STF).
Lula habló en un acto público en San Pablo luego de conocerse el fallo. «Esto es mucho más que un acto de campaña. Es un acto de soberanía nacional. Nunca tuve la ilusión de ser absuelto, no esperaba otra cosa. Ellos no soportaban más todos los problemas sociales que nosotros eliminamos. yo no cometí ningún crimen. Deben pedir disculpas por las mentiras que han dicho de mí. Yo no soy dueño de ese apartamento que me imputan como coima.
Los jueces pidieron aumentar a doce años y un mes la pena de nueve años y medio dictada contra el ex presidente brasileño en primera instancia.
Si se confirma su condena, podría ver afectada su candidatura a la presidencia para octubre de este año, ya que una ley aprobada en el gobierno de Lula resuelve que quien sea condenado por un juez en segunda instancia no puede ser candidato.