La Intendencia de Canelones comenzó a fiscalizar negocios informales instalados en la Ciudad de la Costa y Costa de Oro. Según informó Fuentes Confiables, desde la semana pasada ya constató una cantidad significativa de puestos ambulantes ubicados en las playas pero también paradores e incluso empresas que hacen publicidad en la arena colocando banderas y cartelería, sin ningún tipo de permiso. Por lo tanto serán intimados a pagar los espacios que utilizan.

El operativo comenzó de forma sorpresiva con el decomiso de mercadería y el desalojo de un 70% de vendedores de comida ambulantes, sobre todo de torta friteros y además de vendedores de ropa a quienes se les ofrecerá regularizar su situación.

Además  el operativo cerró tres paradores sobre la costa: el restaurant Maríntimo que está en la zona de Shangrila, el denominado El Piola en la misma localidad, y el ex parador Waikiki en Lagomar. Según sostuvo la comuna se pueden registrar más clausuras en función de las inspecciones que se vienen realizando.

El director de Desarrollo Económico de la Intendencia de Canelones, Horacio Yanes dijo a Fuentes Confiables que es muy común ver llegar camionetas con productos que no se saben cómo fueron elaborados y con personas trabajando en negro, ubicándose en lugares donde existen kioscos licitados en la playa, entonces están infringiendo una zona de exclusión de venta en favor de quienes fueron autorizados para estar en ese lugar.

En el caso de los paradores hay estructuras que se iniciaron como casas de pescadores hace más de 20 años y se fueron agrandando y algunos tienen 300 metros cuadrados edificados en la faja costera o en los médanos donde está prohibida la construcción.

Yanes aseguró que estos paradores nacieron con pequeñas ventas gastronómicas y al día de hoy se convirtieron en restoranes de grandes dimensiones que no cuentan con habilitaciones y  tampoco tienen servicios esenciales como saneamiento por ejemplo ya que el pozo negro desemboca directamente en la playa y repercute en la salud de las personas.

Sin embargo uno de los paradores anunció que dará pelea legalmente ya que asegura tener los permisos correspondientes, lo que la comuna señala como una autorización puntual sin plazos sin fechas.

Estos controles van a continuar en febrero y marzo con el fin de generar un paseo ordenado en Rambla de Ciudad de la Costa y otros puntos, ya que la actividad de control estuvo descuidada porque «había otras prioridades».  El jerarca de la intendencia agregó que la costa de Canelones no ha tenido el mismo respeto por parte de empresas, empresarios y trabajadores que se tuvo en Montevideo y Maldonado por eso la idea es organizar y regularizar.