La tercera etapa del concurso de carnaval contó con las actuaciones de La Venganza de los Utileros, Sociedad Anónima y Curtidores de hongos; la noche la abrió Bafo da Onça fuera de concurso.
Foto: @LeoCarnicelli
Luego de la presentación del Bafo, que siempre hace mover el esqueleto a todos los presentes, subió al escenario la murga La Venganza de los Utileros para abrir la noche en cuanto a concurso se refiere.
Desde que se abrió el telón, los colores invadieron el Ramón Collazo y el conjunto mostró su intención de que «si es carnaval, que se note». El espectáculo, cargadísimo de humor en casi todos sus bloques, también tiene momentos en donde se critica mucho y con buen criterio para tratar los temas de manera inteligente. Los cuplés sobre la mutual de futbolistas, y el de las maestras, mostraron los minutos de mayor comicidad, mientras que la instancia de lo políticamente correcto y el tribunal de la falsa ética y moral, apelaron con muy buena respuesta de la platea, a la reflexión sobre cómo tratamos generalmente al que se equivoca.
El siguiente turno fue para los humoristas Sociedad Anónima, que trajeron su espectáculo que habla sobre «ser o parecer», donde hacen principal hincapié en las apariencias que intentamos constantemente personificar para lograr cualquier objetivo. Este año, los clásicos gauchos patones quisieron armar una comparsa que nombraron Tambo Kenia para dar la prueba de admisión, en la humorada que generó la mayor cantidad de carcajadas de la platea sobre todo con la descollante actuación de Cléver «Pato» Esteche muy bien acompañado por Carlos Barceló y «El Canario» Germán Segredo, una de las últimas incorporaciones que se sumó al conjunto luego de no haber podido pasar la prueba con la murga Jardín del Pueblo, de Paysandú. La segunda parte puso en escena a un Montevideo en épocas de La Cumparsita y también tuvo muy buen rendimiento. Los humoristas, pese a haber tenido que bajar apurados por la amenazante luz roja (incluso pareció que cortaron una parte de la despedida), redondearon una gran primera pasada por las tablas del Teatro de Verano con los rubros bien cubiertos como es la costumbre de este conjunto.
El cierre de la etapa fue para la murga Curtidores de Hongos, que mostró 45 minutos cargados de mucha reflexión y apeló a la crítica social como principal tópico tratado. Los puntos más altos en cuanto a respuesta del público, estuvieron en las canciones interpretadas por Freddy «Zurdo» Bessio, quien se llevó las mayores ovaciones de toda la noche. Tal como nos tiene acostumbrados esta murga, se plantó fuerte en el escenario y deleitó a la platea con su gran coro que se lució en las puntas escritas por el ya legendario Hebert «Tiburón» Martínez.