Cuba vota para elegir a su nuevo Parlamento, de donde saldrá en abril el sucesor del presidente Raúl Castro, un cambio histórico en la isla pero dentro de la continuidad del sistema socialista.
El proceso es el mismo de cada cinco años. Son 605 candidatos designados para igual número de escaños en la Asamblea Nacional, un sistema singular en América Latina. Deberán ser ratificados por más de ocho millones de cubanos mayores de 16 años, un 72% de la población.
«Dicen que Raúl deja la presidencia, y que vendrá otro más joven, eso es lógico, pero Raúl no se va, Raúl seguirá con nosotros siempre, como está Fidel», dijo Raúl García, un jubilado de 79 años, uno de los primeros en sufragar tras el inicio de la votación en el municipio Diez de Octubre.
Son los primeros comicios generales sin Fidel Castro, fallecido en 2016, quien gobernó la isla como presidente desde 1976 hasta 2008, siempre elegido por la Asamblea Nacional o Parlamento. Luego asumió su hermano Raúl.
«El próximo presidente podrá no tener ese apellido (Castro); pero será, sin duda, un hijo de la Revolución, la de Fidel Castro, Raúl Castro… formado en ella y la seguirá llevando adelante junto al pueblo de Cuba», dijo la cancillería cubana en Twitter.
Los pronósticos sugieren que la Asamblea Nacional elegirá en abril como sucesor de Raúl Castro al actual vicepresidente primero, Miguel Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años de lenta pero eficaz carrera en la escalera del poder cubano.
«Habrá un sentido de renovación, y habrá un sentido de continuidad», dijo a la prensa el canciller Bruno Rodríguez, tras sufragar.
Sería la primera vez desde 1976 que una persona sin el apellido Castro, y que no sea un militar que peleó en la Revolución, ocupe la presidencia.