La construcción de estos jardines, que cumplen una función comparable a la de las bocas de tormenta, se hizo en el marco de un trabajo conjunto con el municipio C. El primero se ubica en Pasaje Antonio Machado entre las calles Guaviyú y Lorenzo Fernández,
La estructura, similar a un cantero con vegetación, recibe el agua de lluvia que se infiltra en el suelo e ingresa a una zona de almacenamiento que se encuentra debajo. Una vez que éste se llena, sale del sistema ingresando a la red de saneamiento.
El agua de lluvia que escurre por áreas urbanas lleva consigo contaminantes y aumenta el potencial de inundaciones.
Uno de los beneficios de los Jardines de Lluvia es que estos permiten amortiguar parte del caudal de lluvia de baja intensidad, evitando su ingreso directo al sistema de drenaje pluvial de la ciudad, y como resultado el desborde hacia los cursos de agua interiores y la bahía.