El glaciar Perito Moreno culminó su proceso de ruptura y se guardó para sí el momento más deseado, cuando el puente de hielo se precipita sobre el Canal de los Témpanos, ya que el suceso ocurrió durante la noche.

El rompimiento del dique de hielo liberó más de un kilómetro cúbico de agua que se encontraba embalsada, que por estas horas impactó en la costanera de esta ciudad, a 70 kilómetros del glaciar.

Se necesitarán unas cuantas horas más para que el agua termine de fluir y el Brazo Rico y del Canal de los Témpanos vuelvan a quedar equilibrados.

«El glaciar seguirá con su proceso, en función de ser considerado un glaciar en equilibrio. En agosto o setiembre próximos se habrá acercado nuevamente a la Península de Magallanes y en función de ese crecimiento formará o no otro dique», detalla Luciano Bernacchi, director de Glaciarium, el museo del hielo, uno de los primeros en llegar ayer y retratar el enorme arco iris que se formó sobre el hielo, consigna La Nación.

El Perito Moreno no está en retroceso como los glaciares Upsala y Viedma. Por esta razón, en ocasiones, forma un dique natural de hielo, interrumpiendo el paso del agua del Brazo Rico sur hacia el lago Argentino a través del Canal de los Témpanos. Según mediciones científicas, el glaciar se desliza casi dos metros por día. Pero ni los científicos que más lo estudian pueden prever cuándo se producirá una nueva ruptura.

El día después del fenómeno se hizo sentir en El Calafate. Ayer se registraron las primeras anegaciones sobre Presidente Néstor Kirchner, la avenida costanera que enmarca la ciudad y la separa del lago Argentino.

Cuando se termine de evacuar el agua contenida en el Brazo Rico, según estima el glaciólogo Pedro Skvarca, consultado por La Nación, la cota del lago aumentará más 1,1 metros de altura. Este aporte extraordinario de agua se sumará al aumento que cada marzo registra el lago, independientemente de las rupturas del glaciar.

Hasta la semana pasada la cota había crecido 5,35 metros por sobre su nivel natural. Es la segunda marca de las últimas décadas, solo superada por los 5,51 metros del 13 de marzo de 2009.

Ayer un operativo conjunto del municipio, la policía, los bomberos y la Prefectura había empezado a desagotar los sectores bajos de la ciudad. Las ráfagas de viento, que rondaron los 50 km/h, provocaron enormes olas contra la playa y empezaron a oradar el muro de contención de la costanera que hace diez años construyó el empresario Lázaro Báez, a través de Austral Construcciones.

En los sectores más bajos, el agua superó los terraplenes y obligó al equipo de emergencia a cortar las calles y usar camiones cisterna para desagotar la zona. En esa parte de la ciudad están la casa de Cristina Kirchner y el amplio predio del Hotel Los Sauces, que ayer por la tarde era amenazado con el ingreso imparable del agua.

Cuando ayer a la tarde el agua empezó a avanzar, hasta los custodios de la expresidenta mostraron alarma mientras intentaban frenar el fenómeno. La zona que rodea uno de los márgenes del hotel son humedales donde suelen pastar caballos y le dan un marco bucólico al paisaje y ahora se transformaron en lagunas amenazantes.

Fuente La Nación