Cerro logró una histórica clasificación en la Copa Sudamericana y nosotros tuvimos el lujo de tenerlo a él en nuestro programa: Héctor «Toto» Pereyra, utilero del club, quien nos deleitó con anécdotas de vestuario y la historia de su vida.
«Tenía una mascota. Era ‘La Felipa’ (una rata). Todos la conocían».
«Llegué a Cerro porque los jugadores me pidieron. Era una época en la que estaba un poco dejado de lado el tema de los equipiers».
«Es muy complicado cuando se pierde y uno queda sólo en el vestuario. Es bravo… Uno tiene que ser fuerte porque cuando llega el jugador, él tiene sus problemas y uno ayuda a levantar el ánimo, hago chistes, etc».
«No me iría a otro club. Me querían para inculcarle a los jugadores lo que es la pobreza, el esfuerzo, el sacrificio».
«Yo me llevo muy bien con la gente de Rampla».
«¿Quién es el que te da de comer? ¿El que hace que todo sea posible? Es el jugador… Yo sin ellos no soy nadie. La alegría que me ha dado la gente de Cerro y los jugadores es impresionante, ¿cómo no voy a dar todo por ellos?».
«Una vuelta vinieron los brasileros y entre la delegación había una muchacha muy linda que me decía, ‘indio, indio’, porque tenía el pelo bien morocho. Al final terminé bailando con ella».
«¡Claro que tengo pasaporte! ¿Por qué no lo voy a tener? ¿Porque soy del Cerro Norte? ¡¡Mirá, acá lo tengo!!».
«Más fanático que yo no hay nadie, pero al finalizar el partido me tranquilizo. Los episodios de violencia me entristecen».
«Agradecerle a toda la gente de Cerro todos los mensajes y el cariño que me hacen llegar. ¡Disfruten de esto que realmente se lo merecen!
«Nosotros somos un equipo que nació para sufrir pero ahora hay que disfrutar este momento».
Aquí compartimos el programa completo: