Pedro Pablo Kuczynski ya no es presidente del Perú. El Congreso aprobó la resolución legislativa que acepta la carta de renuncia del presidente con 115 votos, 11 en contra (del partido oficial Peruanos por el Kambio), y cuatro abstenciones. El texto acepta la renuncia, declara la vacancia del cargo y determina que se aplica la norma de sucesión prevista constitucionalmente.
La resolución del Parlamento deja en evidencia la enorme tensión que acompaña las últimas horas del expresidente, ya que el texto «rechaza los hechos y calificativos» de la misiva que Kuczynski envió el miércoles al Parlamento «puesto que no admite que la crisis política actual» es su responsabilidad. Esta votación abre paso al ascenso al poder del vicepresidente, Martin Vizcarra, que debe ocupar el cargo porque así lo establece la Constitución.
«Inaceptable la propuesta de Resolución Legislativa del Congreso que intenta presentar como vacancia una renuncia. De ser así retiro mi carta y me someto al procedimiento regular de vacancia donde ejerceré mi derecho de defensa», escribió el mandatario en la red social.
Uno de los congresistas más cercanos a Kuczynski, del partido oficial Peruanos por el Kambio (PPK), Juan Sheput, añadió que si dicha resolución era aprobada, ponía en peligro la transmisión de mando, prevista para el mediodía, «y será culpa de un sector irresponsable de congresistas».
Sin embargo, en una emisora de radio, el presidente del Congreso, el fujimorista de Fuerza Popular Luis Galarreta, aclaró que el documento era solo un borrador, y que la Junta de Portavoces del Congreso se reuniría para hacer ajustes al texto.
La congresista de Nuevo Perú Indira Huilca refirió que el documento difundido era solo una de las propuestas presentadas la noche del jueves, cuando el Parlamento sesionó para debatir la aceptación de la renuncia de Kuczynski. Huilca difundió otro texto, menos ofensivo, pero que igualmente «deplora y rechaza los hechos y calificativos que el señor Pedro Pablo Kuczynski Godard esgrime en su carta de renuncia, y reafirma que la crisis política actual deviene como consecuencia de actos en los que el propio presidente ha incurrido».
En medio de este caos, el vicepresidente, Martin Vizcarra, esperaba la solución del entuerto para ser investido y lanzaba un mensaje de optimismo poco después de llegar a Lima desde Ottawa, donde estaba cómo embajador de Perú en Canadá.