El Ministerio de Medio Ambiente puso de manifiesto el proyecto de la firma Smeraldo Park S.A. para construir el edificio “Piedras del Chileno”, de ocho pisos, en medio de la faja de defensa de costas de la playa Mansa de la bahía de Maldonado. En los hechos la propuesta constituye un cambio de paradigma en cuanto a la construcción de un edificio en el área de playa comprendida entre la rambla de la Mansa y la costa de la bahía de Maldonado.
Entre Piedras del Chileno y Punta Ballena, se pueden construir hasta 100 edificios con una altura de 15 metros en toda la faja de costa, según lo estableció la reforma a la ordenanza de construcción aprobada durante la gestión del entonces intendente Oscar de Los Santos. En el lugar, ubicado a la altura de la parada 46 de la rambla de la playa Mansa, existe una vivienda de grandes dimensiones que será demolida para dar paso al edificio de ocho plantas de altura. El complejo se levantará a 30 metros de la rambla y a 50 de la rompiente del mar.
En el lugar, existen varias casas vecinas construidas años atrás pero ningún edificio en altura como el propuesto por la referida firma.
En altura
El edificio “Piedras del Chileno” tendrá una superficie de 9.344 metros cuadrados desarrollados en ocho niveles, tres de los cuales quedarán bajo la recta de comparación, por lo que desde la rambla solo se observarán cinco pisos. De esta forma, aseguran sus diseñadores, la altura del edificio será de 15,19 metros respecto a lo que se observa desde la rambla de ingreso a las ciudades de Maldonado y Punta del Este.
El bloque en altura tendrá 39 apartamentos con 89 lugares destinados al estacionamiento de vehículos. El área del terreno es de 8.933 metros cuadrados y el resto de la propuesta incluye piscinas, tanto abiertas como cerradas, gimnasio con un área de vestuarios, parrillas y demás amenidades para este proyecto de apartamentos ubicado en primera fila sobre la playa de la Bahía de Maldonado. El edificio contará con un “patio inglés” en ambas caras del mismo. En el frente, sobre el mar, se construirá una gran piscina en medio de un área parquizada que contará con un bar, baños y otros servicios. Los parámetros, dicen sus diseñadores, son de 12 % para el factor de ocupación del suelo y un factor de ocupación total del predio del 78 %.
A la hora de presentar el proyecto ante la Dinama, los responsables del mismo lo calificaron como de categoría “A”, de acuerdo a lo establecido en el artículo 5º del decreto 349/005. El referido artículo incluye a aquellas construcciones cuya ejecución solo presentaría impactos ambientales negativos no significativos dentro de lo tolerado y previsto por las normas vigentes. Empero, el 3 de noviembre del año pasado, la Dinama lo calificó como categoría “B”. Esta categoría incluye aquellos proyectos de actividades, construcciones u obras, cuya ejecución pueda tener impactos ambientales moderados, y cuyos efectos negativos pueden ser eliminados o minimizados mediante la adopción de medidas bien conocidas y fácilmente aplicables.
El Mvotma, por un plazo de 20 días, expone en sus oficinas el denominado “Informe Ambiental Resumen” de este proyecto de construcción, a los efectos que cualquier interesado pueda acceder al contenido de la propuesta y formular, por escrito, las apreciaciones y cuestionamientos que a su juicio correspondan.
Especial atención
A la hora de calificarlo como “B”, la Dinama emitió la notificación de certificado para que los responsables del proyecto tuvieran especial atención a la hora de la eventual afectación del tránsito por el movimiento de maquinaria durante la construcción del complejo. También para evitar la afectación del uso del suelo asociado al paisaje, “evaluando la cuenca visual resultante de la implantación del edificio” tanto desde los puntos de observación de la costa como desde la propia rambla. La obra generará 60 puestos de trabajo.
“En función de las características del proyecto definido y las condiciones del medio ambiente receptor, se concluye que el proyecto no presenta impactos incompatibles sobre el ambiente. En referencia a los aspectos más relevantes identificados y sus impactos asociados, se entiende que el emprendimiento contiene un conjunto de medidas de mitigación que minimizan su efecto a niveles “aceptables”. Respecto al conjunto de aspectos que tienen impactos menores, y en general de carácter potencial, se entiende que serán abordados a través de una adecuada gestión ambiental, a través de la implementación de las medidas de gestión identificadas”, sostienen sus responsables en el manifiesto.
El predio donde se levantará el primer edificio en altura de la faja costera de la playa Mansa es vecino (hay otro padrón entre ambos) al terreno propiedad de los multimillonarios griegos Athanasios y Pangiotis Laskiridis. Estos inversores impulsaron con sus socios locales Jorge Fernández Baubeta, el contador Mario Garbarino, el ex ministro del Interior Antonio Marchesano y el empresario Fernando Barboni la construcción del naufragado puerto para cruceros y yates en Piedras del Chileno.