María Rosa Oña, en su columna de humor, habló sobre los deja vù que vivimos a diario: las cosas que se repiten una y otra vez. «Todos los años una madre de familia compra un huevo de pascua enorme. Lo compra el miércoles, lo deja al lado de la tele, mira al hijo y se ríe: ‘hasta el domingo no se come'», dijo.

Además de hablar sobre los deja vùs en las relaciones amorosas, dio su opinión sobre el coaching. «¡Hay coaching para todo, hasta para perros! (…) Yo descreo totalmente del coaching. Te saca supuestamente de tu zona de confort. ¿Querés salir de tu zona de confort? ¡Tomate un 187 a las seis de la tarde y anda a laburar Ramón!», afirmó. «Con el coaching te prometen la felicidad absoluta. Pero, ¿qué es la felicidad absoluta? ¡Mi felicidad absoluta es una piscina llena de milanesas!», agregó.