Raúl Castro entró este miércoles en el salón donde se iba a celebrar la Asamblea Nacional del Poder Popular acompañado de Miguel Díaz-Canel. La imagen bastaba para confirmar que el actual primer vicepresidente de Cuba se convertirá en el sucesor al frente del Gobierno, tal como ha decidido su mentor.
El actual vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, de 57 años, fue propuesto este miércoles ante la Asamblea Nacional del Poder Popular de la isla para suceder a Raúl Castro en la presidencia, un relevo que dará paso a una nueva generación en el poder.
“Me asiste la honrosa misión, en nombre de la Comisión de Candidaturas Nacional, de proponerles para presidente de los Consejos de Estado y Ministros de la República de Cuba al compañero Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez”, dijo la diputada Gisela Duarte ante la Asamblea Nacional, que confirmó así lo que ya todos daban por descontado en la isla.
Díaz-Canel, un ingeniero electrónico que nació después de la Revolución de 1959, era considerado desde hace mucho tiempo como el favorito para reemplazar a Castro, y tuvo varias apariciones de alto perfil en la televisión estatal en los últimos días que reforzaron esa impresión.
Miguel Díaz-Canel, que hoy cumple 58 años, encarna la nueva hornada de dirigentes llamados a mantener viva la llama revolucionaria castrista, a pesar de no haber participado en el célebre asalto al cuartel Moncada ni haber combatido en Sierra Maestra.
En los otros puestos relevantes del Consejo de Estado, también se va a dar entrada a cierta «savia nueva», con tres vicepresidentes que rondan los 50 años, si bien se mantiene uno de la vieja guardia, Ramiro Valdés, con 85. El primer vicepresidente es Salvador Valdés, de 72 años.
Será la primera vez en más de cinco décadas que la máxima dirigencia no estará liderada por un Castro, luego de que en 1959 triunfara la revolución de los hermanos Fidel y Raúl. De todos modos, aunque Raúl, de 86 años, deja la presidencia del Consejo de Estado -máximo órgano del gobierno- luego de dos mandatos, no se aleja del poder: seguirá al frente del poderoso Partido Comunista de Cuba hasta 2021. Su peso histórico será un factor político importante en las decisiones que el gobierno de su sucesor tome en los próximos años.
La propuesta, que deberá ser votada hoy por el pleno de la Asamblea Nacional, también incluye como candidato a primer vicepresidente al sindicalista afrocubano Salvador Valdés Mesa, de 72 años, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) y que hasta ahora ocupaba una de las vicepresidencias del organismo. En la lista además figuran las propuestas únicas para 5 vicepresidentes, un secretario y los otros 23 miembros del Consejo de Estado.
Los 31 cargos del Consejo de Estado son nombrados entre los 605 diputados que integran la Asamblea Nacional, que fue elegida por voto popular en marzo. El nuevo Parlamento también se instaló ayer y mantuvo como su presidente a Esteban Lazo, en el cargo desde 2013.
Tras el triunfo de la revolución en 1959 y la elección de Fidel Castro como presidente en 1976, Cuba solo ha tenido una transición real, cuando en 2006 Fidel se enfermó y le pasó el mando a su hermano menor. Fidel murió a fines de 2016 y ahora es Raúl quien cederá su asiento a un representante de la nueva generación.
Se espera que Díaz-Canel continúe con las reformas económicas iniciadas por su antecesor y conduzca la política en la isla frente a la agudización del embargo de Estados Unidos y el retorno de Washington a un lenguaje que, para La Habana, rememora a la Guerra Fría. En 2015 ambos países retomaron relaciones diplomáticas tras medio siglo de ruptura, y al año siguiente el entonces presidente Barack Obama visitó la isla. Pero la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca frenó ese acercamiento.
“Él no es ni Fidel ni Raúl, y las personas no van a tener con él la misma relación. Tiene que mostrarse más capaz de hacer cosas”, consideró el politólogo cubano Arturo López-Levy. Pero “esta transición no es improvisada sino que fue muy bien estudiada a partir de la experiencia que ellos admiten como exitosa, de Fidel a Raúl”, agregó. Para actuar deberá tener en cuenta los lineamientos aprobados por el PCC y el Parlamento, que trazaron las orientaciones políticas y económicas hasta 2030.