Mientras Argentina, Brasil, Perú, Colombia, Chile y Paraguay comunicaron su decisión de apartarse del bloque regional por tensión con el bloque bolivariano, el Canciller Nin Novoa aseguró que la situación es preocupante pero Uruguay no abandona el bloque.
En declaraciones a La República, el canciller explica que esta situación es «muy preocupante» y que intentará hacer «todos los esfuerzos» para que se pueda revertir la situación. «Me parece una situación inestable y preocupante (…) Lamentamos esta decisión», dijo.
El ministro contó que esta postura ya se había comenzado a manejar en la cumbre de las Américas que se dio en Lima hace algunas semanas. «Nosotros no habíamos participado porque dijimos que había que fortalecer a la Unasur y cambiar lo que haya que cambiar, pero no abandonarla así de esa manera».
Nin Novoa sostuvo que el bloque tiene un «mandato programático» que tiene el fin de la «coordinación política» entre los países. «Pero también hay muchos temas que la Unasur había tratado como la salud, la movilización de personas, intercambios estudiantiles, que son importantes y sirven para solucionar temas que tienen nuestros compatriotas», sostuvo.
En un comunicado dirigido al titular pro témpore de la Unasur,el presidente de Bolivia, Evo Morales, los cancilleres de Argentina, Brasil, Perú, Colombia, Chile y Paraguay comunicaron su decisión de apartarse del bloque regional por discrepancias con el funcionamiento.
Las tensiones emanan del conflicto entre los países bolivarianos que integran la UNASUR y el resto de los presidentes de la región. La primera manifestación pública fue la imposibilidad de designar un secretario general por consenso en 2017, cuando Argentina ocupaba la presidencia pro témpore.
Argentina había propuesto al embajador en Chile, José Octavio Bordón, como secretario general, pero Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua se opusieron.
En el comunicado que hoy firmaron Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Colombia y Perú destacaron que la acefalía del bloque, sumada a la inercia «ha tenido graves consecuencias para el organismo», según Infobae.
«Preocupa enormemente que no se haya alcanzado un consenso para dar por terminados los contratos del personal directivo y el jefe de gabinete de la organización. Los países lamentan que la presidencia pro témpore argentina, pese a sus esfuerzos, no haya podido avanzar en su propuesta de articulación y coordinación con otros foros regionales para evitar duplicación de agendas y concentrar esfuerzos de UNASUR en la consecución de los objetivos iniciales: infraestructura e integración física y energética, entre otros», reza el comunicado.
Los países firmantes del comunicado también piden una revisión de la estructura, los métodos de trabajo y el mecanismo de toma de decisiones de la UNASUR, y definieron que no participarán en reuniones del organismo regional «hasta tanto no se produzcan resultados concretos en el curso de las próximas semanas que garanticen el funcionamiento adecuado de la organización».