«Voy a estar en el Mundial y es todo lo que te puedo decir. Además, un Mundial no es lo mismo sin mí», declaraba Zlatan Ibrahimovic hace unos días en el programa de Jimmy Kimmel, en el que aseguraba que sería el jugador encargado de capitanear a la selección sueca durante el campeonato que comenzará el próximo 14 de junio. Pero parece que el delantero de Los Angeles Galaxy se han encontrado con un muro que no va a poder derribar: su propio seleccionador.
Todo comenzó en junio de 2016, cuando Ibrahimovic renunciaba de manera sorprendente a la selección: «Ha llegado el momento de colgar la camiseta y entregársela a la siguiente generación. Donde termina una historia, comienza otra», aseguraba. Sorprendente no solo por su anuncio, sino porque todo hacía indicar que sería uno de los veteranos elegidos para formar parte del equipo olímpico. La retirada de Ibrahimovic de la selección parecía segura… pero algo sucedió.
En un grupo complicado en busca del sueño mundialista, Suecia consiguió dar la sorpresa y acabar segunda, eliminando a Holanda. En la repesca no tuvo suerte, pues le tocó uno de los rivales más duros del mundo, Italia… pero el conjunto escandinavo volvió a brillar y un solitario gol de Jakob Johansson en el partido de ida fue suficiente para dar el pase al Mundial. La gesta fue aún mayor si se tiene en cuenta que Suecia no contaba con su mejor jugador… que ahora sí quiere ir a Rusia.
Desde entonces, Ibrahimovic ha hecho campaña pública por jugar al Mundial y, cada vez que le preguntan sobre el tema, el delantero de los Galaxy da por hecho que estará con Suecia. «Echo de menos la selección y creo aún que puedo dar un buen rendimiento», decía hace escasos días para, después, lanzar una bomba en sus redes sociales: «Mis opciones de jugar el Mundial son altísimas». Desde ese momento, el debate se ha abierto: ¿merece ir al Mundial?
Por un lado, los aficionados entienden que Ibra debe de estar presente, por lo que representa y por el salto cualitativo que le da a Suecia un jugador de su nivel; pero, por otro, entienden que sería injusto que un jugador participara en el Mundial y que un compañero que sí ha estado durante la clasificación y la repesca, logrando el objetivo de su equipo, no pudiera ir por tener que cederle su plaza. El debate estaba abierto… hasta que el seleccionador lo ha zanjado de manera tajante.
Preguntado este martes sobre cómo veía el ‘caso Ibrahimovic’, Janne Anderson no lo solo lo tenía claro, sino que mandó un recado al delantero: «Zlatan Ibrahimovic le dijo ‘no’ a la selección, que no iba a estar en el equipo después de la Eurocopa y lo respeté. Si rechazaste al equipo, no creo que debas volver. Respeto lo que él mismo dijo. Sólo estarán en el Mundial los que dijeron que sí. No me ha llamado, pero definitivamente no está incluido en la lista para el Mundial».
Anderson no solo ha corregido a Ibrahimovic, sino que ha desmentido que tenga grandes opciones de ir a Rusia. Es más, por las palabras del seleccionador todo indica que tiene tomada la decisión de no convocarle para el Mundial. Aún quedan semanas por delante para que el técnico sueco madure si llamar o no al delantero de los Galaxy, pero parece que el grupo está por encima de las individualidades. Así, todo indica que Ibra se quedará sin Mundial. La decisión parece estar tomada.