La barba James Harden se llevó el premio al jugador más valioso de la temporada. Actitud, showtime y mucha efectividad llevaron que el escolta de 28 años se llevara el MVP por primera vez en su carrera.

Gran temporada del ex-Thunder que ayudó a los Rockets a coronarse como el número uno en la clasificación del Oeste (actualmente la conferencia más disputada). La llegada del base estrella Chris Paul le dio un descanso en el rubro de asistencias y en el peso de ser el creador de un equipo; CP3 con su experiencia y sus dotes excelsos se ocupó de darle un orden táctico a unos Rockets que supieron potenciar sus fortalezas y afianzar la defensa.

Quién sacó mayor provecho de la llegada del veterano base fue James Harden, quién contó con mucho más espacio para sus clásicos aislamientos (isolation) jugar uno contra uno frente al defensa o tirar de tres puntos.

Más del 50% en tiros de cancha, cuatro de cada diez triples encestados y un 90% de tiros libres lo hacen un jugador muy eficaz. El desconcierto de las defensas opuestas ante tantas amenazas perimetrales y su lógico adelantamiento hacia la línea de 7.25, llevaban a Harden a utilizar el alley-oop junto a su camarada Clint Capela.

La gran temporada en números de Harden se da, en gran parte, por la dirección técnica de Mike D’Antoni y por la gran química de un equipo que se divierte en cancha.

 

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(Por Juan Ignacio Rabella – La Oral Deportiva)