El homicidio ocurrió en un intento de rapiña a menos de una cuadra de la residencia familiar del presidente Vázquez. Le disparó a bocajarro.
A menos de medio metro de distancia, J.E.S.C. (30) le disparó en el cuello a Mateo Urtiaga Codevilla (20) en un intento de rapiña, causándole la muerte. Fue a las dos de la madrugada del 16 de junio en Lucas Obes y Buschental, a menos de una cuadra de la casa del presidente Tabaré Vázquez, en el Prado.
El fiscal Juan Gómez pidió contra él una prisión preventiva de 180 días por homicidio muy especialmente agravado, a lo que hizo lugar la Justicia. En ese plazo se deberá preparar la acusación en su contra.
Urtiaga venía de la casa de su novia. El ahora imputado llegó al lugar del ataque en una bicicleta que le había pedido prestada a un conocido dos horas antes y a la que devolvió dos horas después.
Según el texto del petitorio del fiscal Gómez, la filmación de J.E.S.C. transitando por Agraciada y el testimonio de un testigo que lo vio a corta distancia con un arma en la mano en esa zona. Esa arma luego sería arrojada en una volqueta.
Este era el único sospechoso por la muerte de Urtiaga, quien ya había sido detenido anteriormente. El 1° de julio, la fiscal de Flagrancia Diana Salvo indicó que las pruebas no eran suficientes para tener una audiencia de formalización, según informó El Observador. Esa situación significaba un riesgo ya que si la Justicia desestimaba la acusación, el individuo no podía ser juzgado nuevamente por ese homicidio.
La fiscal solicitó una prórroga de 24 horas para su detención a la espera de pruebas más contundentes por parte de la policía, pero eso no ocurrió y la fiscal Adriana Costa (quien subrogó a Salvo) lo dejó en libertad el 2 de julio.
El lunes, con el surgimiento de nuevas pruebas, volvió a ser detenido a pedido del fiscal de Homicidios Juan Gómez.