Ni una una inocente selfie. El Parlamento Europeo votará una ley que prohíbe subir fotos y vídeos en los estadios a las redes sociales.

La Unión Europea parece estar a punto de aprobar una ley que cambiará -y más bien afectará- los hábitos de la gran mayoría de personas que asisten a los estadios a presenciar partidos de fútbol en el viejo continente.

Es que el miércoles 12 de septiembre en el seno del Parlamento Europeo se pondrá a votación una norma cuyo texto establece la prohibición de grabar videos y sacar fotos, e incluso selfies, y luego subir esos registros a cualquiera de las redes sociales que hoy en día forman parte de la vida misma del mundo moderno.

La prohibición se basa en el artículo 12 de la Ley del Copyrght, que indica que “sólo el organizador del evento deportivo tendrá derecho a grabar, publicar, reproducir o compartir videos y fotos del evento en concreto”.

La limitante no sólo alcanzará a los medios de comunicación, sino también a los espectadores de los espectáculos deportivos que se desarrollen en el viejo continente.

Para llevar a la práctica dicha prohibición, en caso de que el Parlamento Europeo apruebe la norma, se creará un software que, a través de un sistema de escaneo, controlará los contenidos subidos a las redes sociales y, en caso de que violen la norma de referencia, los dará de baja inmediatamente y procederá al cierre de las cuentas correspondientes.

El control se ejercerá sobre Facebook, Instagram, YouTube y Twitter.

Por supuesto, la realidad del mundo superdesarrollado del fútbol europeo es muy diferente a la del sudamericano, pues las distancias que separa a una de otra son tremendas, más que en materia geográfica, en el aspecto económico financiero.

Sin embargo, también es cierto que no son pocas las cosas del fútbol de Europa que el de América toma como ejemplo, e incluso replica con el paso del tiempo; el tan manido tema de la comercialización y usufructuo de los derechos de televisión y de imagen representan, sin duda, un ejemplo muy concreto.

Por eso, sobre la margen norte del Río de la Plata, es difícil hacerse a la idea de que algún día, no ya en un clásico, sino en un más humilde y doméstico Torque-Fénix no se pueda sacar y subir a las redes sociales una inocente selfie.

(Por Jorge Savia – La Oral Deportiva)