Pedro Bordaberry partirá la próxima semana hacia Asunción, Paraguay, con la intención definida de terminar con el período de intervención, logrando mutuas concesiones entre las partes, y hacerle entender a Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, la necesidad de llegar a una salida consensuada.

Votar el nuevo estatuto, someterlo a la aprobación del Ministerio de Cultura con sus plazos y luego de terminados los trámites burocráticos recién allí realizar el acto eleccionario es, dentro de los tiempos pensados, imposible.

Lo cierto es que un grupo de 10 clubes de la A y algunos de la B insisten en que se elija nuevo presidente de la AUF con el estatuto vigente, para luego dar marcha a la aprobación del nuevo estatuto requerido por FIFA.

No obstante, otro grupo de instituciones se oponen a votar con el estatuto vigente, e impulsan la aprobación del nuevo. Las fuerzas internas ponen a Bordaberry en el medio de una encarnizada lucha política interna.

La delegación viajará a Paraguay con la intención de lograr que Domínguez se replantee la intervención. Ofrecen levantar la apelación ante el TAS y comprometer la aprobación del estatuto, y a cambio piden elegir presidente lo antes posible con el sistema vigente.

El emprendimiento no es fácil, la pregunta es qué hace Bordaberry si no consigue la salida. Voces en la AUF lo ven ya fastidiado y cansado de remar.

 

(Por Ernesto Faría – La Oral Deportiva)