A 33 días de eventual desafiliación de AUF, 5 clubes presentarán proyecto de Estatuto; FIFA podría reconocer nueva Liga Uruguaya de Fútbol

A falta de 33 días, y tan sólo 23 hábiles, para que el 2 de diciembre expire el plazo otorgado por la FIFA para que la Asamblea de Clubes apruebe el nuevo estatuto acorde al formato exigido por el organismo rector del fútbol mundial y así evite que la AUF sea desafiliada, aparece en el horizonte una alternativa que podría evitar el grave desenlace.

Según datos a los que accedió ECOS, desde la Conmebol se ha bajado línea al grupo de clubes que en su momento no acompañaron el reclamo que otros diez -más cinco de la Segunda División Profesional- interpusieron ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) por la intervención de la AUF decretada por la FIFA.

FIFA y Conmebol, en caso que se concrete la desafiliación de la entidad rectora del fútbol uruguayo, reconocerían el eventual nacimiento de una Liga Uruguaya de Fútbol, integrada por las instituciones que no apelaron.

Esto, por ejemplo, permitiría que la selección juegue la Copa América 2019 a mitad de año en Brasil, que en enero la Sub 20 dispute el Sudamericano de la categoría que se llevará a cabo en Chile y, fundamentalmente, que los clubes que formaran parte de la Liga Uruguaya de Fútbol jueguen las copas continentales, todo lo cual no se podrá cumplir con la AUF desafiliada.

Si en ese contexto el cisma llegara a concretarse, los clubes que integrarían la Liga Uruguaya de Fútbol serían Nacional, Peñarol, Rampla Jrs., Torque, Atenas y nueve clubes de la Segunda División Profesional, que apuntarían a armar un calendario oficial con el fútbol del interior. Se intentaría llevar a cabo la tan manida integración a nivel nacional, algunas veces intentada desde la AUF, pero nunca concretada en forma permanente, al menos con buenos resultados en la práctica.

En este último aspecto, incluso, ya se han establecido algunos contactos primarios con integrantes del nuevo Consejo Ejecutivo de la Organización del Fútbol del Interior (OFI), con la vista puesta en la programación de una actividad oficial conjunta en la que participarían las selecciones departamentales.

A su vez, quedarían afuera de esa órbita los clubes que recurrieron al TAS: Defensor Sporting, Danubio, Liverpool, Cerro, Wanderers, River Plate, Progreso, Boston River, Fénix y Racing.

Sin embargo, según supo ECOS, en el curso de las próximas horas abogados y escribanos del grupo de clubes que no recurrieron al TAS, y siempre fueron proclives a aprobar un nuevo Estatuto de acuerdo al formato requerido por FIFA, van a presentar ante el Comité de Regularización de la AUF, presidido por Pedro Bordaberry, un proyecto del citado cuerpo normativo, que en caso de ser consensuado con las instituciones que se han resistido a votarlo, podría zanjar las diferencias que tienen al borde del abismo al fútbol uruguayo.

Es que los clubes que apelaron al TAS presentaron ante el Comité de Regularización un proyecto de nuevo estatuto, pero el mismo está lejos de ajustarse al formato exigido por la FIFA. Este pide que en el Congreso que sustituirá a la actual Asamblea de Clubes haya un 60% de representantes del sector profesional y un 40% del amateur, con el agregado de que los grupos de interés -jugadores y entrenadores- deben tener también su representación, en detrimento de los porcentuales de alguna de las partes mencionadas.

El proyecto de los clubes del TAS propone un Congreso con 64 votos: 32 de los 16 clubes de Primera División; 14 de otros tantos clubes de Segunda División Profesional (“B”); 8 de la Segunda División Amateur (“C”); 6 del Fútbol del Interior; uno del Fútbol Femenino; uno del Fútbol Sala; uno de los jugadores; y uno de los entrenadores.

Según esta propuesta, el 72% de los votos corresponderían al fútbol profesional, el 25% al fútbol amateur, y el 3% a los grupos de interés, jugadores y entrenadores. Esa proporción que hizo que un dirigente vaticinara que “eso (la FIFA y la Conmebol) no se lo llevan ni locos”, porque ya se lo habían dicho a Leonardo Goicoechea e Ignacio Durán, presidentes de Danubio y Rampla Jrs. que estuvieron con Bordaberry en Asunción el 18 y 19 de septiembre pasados: “60% y 40% son la base”.

Pues bien, el proyecto que en horas van a presentar los clubes que no apelaron al TAS, entre los que se incluyen Nacional y Peñarol, con el peso político que eso supone dentro del espectro del fútbol uruguayo, está en el entorno del rango de lo que pide la FIFA, y tampoco tan lejos de lo que planteó el proyecto de las instituciones restantes.

La iniciativa, que además cuenta con la aceptación de la OFI, lo que tampoco es un detalle menor. Propone un Congreso con 33 votos: 16 de otros tantos clubes de Primera División; 6 de las 14 instituciones de la Segunda División Profesional; uno de las 16 entidades de la Segunda División Amateur; 6 del Fútbol del Interior; uno del Fútbol Sala; uno del Fútbol Femenino; uno de los jugadores; y uno de los entrenadores.

De esta manera, el fútbol profesional tendría un 66% de los votos del Congreso; el fútbol amateur un 27%; y los grupos de interés un 7%.

Sería, entonces, una fórmula intermedia entre la que pide FIFA y la planteada por diez clubes de Primera División, más cinco de la Segunda División Profesional y toda la Segunda División Amateur.

“Dos terceras partes para el fútbol profesional y una tercera parte para el resto, lo que marca FIFA”, precisó a ECOS uno de los abogados de los cinco clubes más la “B” que van a presentar el proyecto, seguramente esta semana.

El escollo, o el mayor obstáculo, podría radicar en que la Segunda División Amateur considera que un voto en el Congreso para representar a 16 clubes es inaceptable.

En tal sentido, los clubes que se oponen a la aprobación del formato de Estatuto exigido por FIFA, esgrimen que el cuerpo normativo vigente en Paraguay, donde está la sede de la Conmebol, establece que los 17 equipos que militan en la “B”, que corresponde a la Segunda División Amateur de Uruguay, tienen un voto cada uno. “¿Por qué si es así en el fútbol del país donde está la sede de la Conmebol no dejan que sea lo mismo en fútbol uruguayo?”, se preguntó con una mezcla de enojo e ironía Raúl Rodríguez, el presidente de Racing.

En Paraguay, el 65% de los votos del Congreso representan al fútbol profesional, y el 35% al amateur, una proporción bastante aproximada a la que maneja el proyecto que van a presentar Nacional, Peñarol, El Tanque Sisley, Atenas y Rampla.

La diferencia mayor, acaso, radica en la representación del fútbol amateur: un 27% en el proyecto de los clubes uruguayos que no apelaron al TAS, y un 35% en el Congreso paraguayo. Aunque existe un detalle que no es para pasar por alto: el estatuto del fútbol paraguayo tiene una Comisión de Grupos de Interés del Fútbol.

Es decir, los grupos de interés (jugadores y entrenadores) son contemplados por el estatuto, pero no están representados -ni tienen voto- en el Congreso; algo que, fundamentalmente los futbolistas, reclaman para el nuevo cuerpo normativo que regirá en el fútbol uruguayo.

Lo cierto es que la propuesta alternativa que en horas presentarán los clubes que no recurrieron al TAS parece ser la única forma de que en 33 días, y tan sólo 24 hábiles, la FIFA no haga efectiva la advertida desafiliación de la AUF, y a su vez no se provoque un cisma en el fútbol uruguayo.

 

(Por Jorge Savia – La Oral Deportiva)