La Asamblea General de la ONU rechazó las enmiendas estadounidenses a una resolución contra el embargo sobre Cuba y aprobó el texto propuesto por La Habana con la única oposición de EE.UU. e Israel.
Con 189 votos a favor y ninguna abstención, los Estados miembros de Naciones Unidas respaldaron el texto cubano, que pide el fin del «embargo económico,comercial y financiero» sobre la isla.
Estados Unidos, que por primera vez había presentado enmiendas para incluir en la resolución críticas a la situación de los derechos y libertades en Cuba, únicamente logró el apoyo de otros dos países, Israel y Ucrania, y no pudo sacar adelante sus propuestas.
Tanto la Unión Europea como Canadá subrayaron que no se estaban pronunciando sobre el fondo de los problemas de libertades denunciados por EE.UU., sino que consideraban que esta resolución no era el lugar adecuado para abordarlos.
Tras rechazar una tras otra las enmiendas estadounidenses, el pleno de la Asamblea General aprobó una vez más la resolución cubana contra el llamado «bloqueo» casi por unanimidad.
La Asamblea General ha aprobado todos los años desde 1992 resoluciones como esta para denunciar los efectos negativos del embargo estadounidense y pedir su fin.
Inmediatamente después de la votación, la embajadora estadounidense, Nikki Haley, lamentó el resultado y dijo que Naciones Unidas ha dejado pasar una ocasión de hablar «en nombre de los derechos humanos».
Según Haley, los ciudadanos cubanos han sido una vez más «abandonados por la ONU y la mayor parte de los gobiernos del mundo» ante la «dictadura» de la isla.
El presidente de los Consejos de Estado y Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel, indicó que «somos una isla pequeña, pero en dignidad, tan grande como el mundo, porque el mundo estuvo con nosotros» tras la resolución.