‘Lume-1’ es el cuarto satélite puesto en órbita por la institución, en esta ocasión desde la base espacial rusa de Vostochny, en Siberia, a bordo de una nave Soyuz

“Todo comenzó el 30 de noviembre de 2007, con una llamada de una exalumna para invitarnos a participar en lo que sería la primera experiencia espacial de la Universidade de Vigo”, ha recordado hoy jueves el profesor Fernando Aguado, director de la Agrupación Aeroespacial. Esa fue señal que marcó el inicio de lo que ha denominado “aventura espacial de la Universidade de Vigo” y que cobró fuerza en febrero de 2012 con el lanzamiento del picosatélite Xatcobeo. Después le siguieron el Humsat-D (noviembre de 2013) y el Serpens (agosto de 2015) y ahora se culmina «con éxito» el lanzamiento del Lume-1, el cuarto en esta carrera, un vigía automático pertrechado de «tecnología puntera» para la lucha contra los incendios forestales.

Los investigadores de la Agrupación Aeroespacial se reunieron a las tres de la madrugada de este jueves en la Escola de Enxeñaría de Telecomunicación para seguir en directo el lanzamiento, que tuvo lugar desde la base espacial rusa de Vostochny, en Siberia, a bordo de una nave Soyuz. «Todo fue según lo previsto, todo correcto», ha celebrado Aguado horas después.

El Lume-1 ya ha pasado por Vigo por primera vez. Desde la estación de control de la Escola de Enxeñaría de Telecomunicación se vio poco después de las 11. El satélite tenía la «batería cargada», llevaba sus «antenas desplegadas» y «todos los comandos en funcionamiento».

Tanto Aguado como la vicerrectora de Investigación de la UVigo, Belén Rubio, además de Diego Nodar, cofundador de la empresa Alén Space, spin-off de la Universidade de Vigo, han hecho hincapié en la necesidad de sacar «el máximo provecho posible» a toda esta tecnología «desarrollada en Galicia» y que cuenta «con la calidad suficiente para poder ser exportada a cualquier parte del mundo». Este satélite forma parte del proyecto FireRS de lucha contra los incendios forestales, financiado por la Unión Europea con más de dos millones de euros y en el que también participan la Universidade de Porto y el CNRS francés.

El Lume-1 es un satélite «cubesat tipo 2U» con un peso de 2,1 kilogramos. Cada hora y media, aproximadamente, dará una vuelta completa a la Tierra. Por lo tanto, pasará entre cuatro y seis veces diarias por Vigo. Su misión fundamental será dar soporte de comunicación bidireccional a sensores de tierra que detectan el fuego, desarrollados por el grupo Cima de la universidad viguesa, y aportar una conexión con los aviones no tripulados, los llamados «UAVs», diseñados por ingenieros de la Universidade de Porto.