En 2009 había 19 unidades especializadas de violencia doméstica y de género, pero con la instalación de la sexta en Canelones, en la localidad de Toledo, se triplicará la cantidad de estos servicios, informó a la Secretaría de Comunicación Institucional la responsable de Políticas de Género, July Zabaleta. Unos 650 policías se desempeñan de forma directa en estas dependencias.
La jerarca recordó que en 2011 se realizó un análisis junto al Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) que sugirió la formación de una unidad especializada en este tipo de delitos en cada una de las segundas ciudades con más población de cada departamento. Luego, la nueva ley orgánica policial estableció que las jefaturas se dividieran en zona y que cada una debe contar con una unidad especializada.
Actualmente hay departamentos como Paysandú que cuenta con tres unidades (Quebracho, Guichón y Paysandú), y que en Canelones en breve se inaugurará una sexta en la ciudad de Toledo, que se sumará a la de Santa Rosa, Las Piedras, Santa Lucía, Lomas de Solymar y Pando. “Hasta el momento hay 56 unidades especialidades de violencia doméstica y de género cuando en 2009 contábamos con 19”,
Zabaleta explicó que las denuncias por violencia doméstica o de género se pueden efectuar en cualquiera de las 270 seccionales del país, a través del teléfono 0800-5000 de manera anónima o nominada y a través de la página web del Ministerio del Interior. En tanto, los hechos que estén transcurriendo en el momento se pueden denunciar en la aplicación 9-1-1 tanto mediante celulares o teléfonos fijos.
Según datos oficiales, entre enero y octubre de 2018 se recibieron 32.307 denuncias de violencia doméstica y asociados, de las cuales 29.918 fueron efectuadas específicamente por violencia doméstica. El 76 % de las víctimas son mujeres y el resto varones. En tanto el 65 % de esos casos denunciaron por primera vez.
“Si se mejoran las investigaciones criminales de casos de violencia doméstica deberíamos tener un impacto para que no sean casos de reincidencia. No se soluciona solamente con eso pero el hecho de trabajar para combatir la impunidad es un mensaje importante”, acotó.
“Lo fundamental es el trabajo con varones para que comprendan de qué se habla, que no es una guerra entre sexos, que sepan que todos tenemos pautas de relacionamiento que no siempre son saludables y que hay formas de prevenirlas mucho antes que ocurra un hecho. Para eso, tenemos que identificar y estar comprometidos a hacer un cambio”, aludió Zabaleta.