Según datos preliminares que accedió Fuentes Confiables, en 2018, hubo 7000 empresas habilitadas para comercializar y elaborar alimentos donde se realizan inspecciones rutinarias y se extraen muestras.
Se les intimó al cese a unas 320 empresas que no estaban habilitadas para funcionar y debieron cerrar de forma inmediata dentro de 24 horas. Si la empresa vuelve a presentar condiciones para trabajar, se le da la habilitación nuevamente. En un 90% se incorporaron empresas habilitadas.
Se clausuró entre 45 y 50 empresas por mal funcionamiento o problemas de higiene. En algunos casos los inspectores destruyen la mercadería en el mismo punto de venta, pero cuando son grandes volúmenes, la empresa los debe destruir en disposición final de residuos, todo dentro del plazo de 48 horas. En el 95% de los casos, cuando se regulariza, se levanta la clausura.
El director de Servicio de Regulación Alimentaria, de la Intendencia de Montevideo, Ing. Marcelo Amado dijo que se realizan inspecciones rutinarias a empresas y con el muestreo de los alimentos (que están a la venta o que elaboran) son analizados en el laboratorio de bromatología.
Amado dijo que este laboratorio extrae y analiza unas 8 mil muestras al año de productos alimenticios de diversas empresas: supermercados, restaurantes, rotiserías, establecimientos de producción, depósitos, importadores, entre otros locales: “Si se detecta una desviación, eso se refuerza con una inspección”.
Imagen: Intendencia de Montevideo