El físico Carlos Vera, en su columna «Pongamos pienso», en Fuentes Confiables, siguió refiriéndose a los conocimientos obsoletos y en particular explicó cómo cambió el conocimiento en cuanto a los sabores.
Explicó que se conocía, antes de 1974, cuatro tipos de sabores: dulce, amargo, salado y ácido. Sin embargo, a partir de allí se supo que existían más, pero señaló que demora en actualizarse debido a que hay una inercia muy grande para aceptar los cambios.
Indicó que el sabor es una combinación de los detectores, la lengua y la nariz, que suman el gusto y el olfato, lo que lo producen.
Informó que el 60% de lo que se detecta como sabor es procedente del olor. Y además explicó que la lengua no está sectorizada para detectar diferentes sabores, sino que los receptores están repartidos por todo el órgano y todos pueden detectar las variedades gustativas.
También dio el ejemplo del conocimiento de todos los estados de la materia, los cuales son seis, en los que incluye los siempre conocidos: sólido, líquido y gaseoso.