24 personas detenidas por los atentados simultáneos contra tres iglesias cristianas, cuatro hoteles y un complejo de residencias, los cuales dejaron, por el momento, un saldo de 290 muertos y 500 heridos en Sri Lanka, país asiático, ubicado en pleno golfo de Bengala.
Al menos 32 extranjeros se encuentran entre los fallecidos, y la embajada de Estados Unidos advierte que “grupos terroristas continúan tramando posibles ataques. Podrían atacar con poca o ninguna advertencia en áreas públicas”.
Ningún grupo ha reivindicado los ataques que coincidieron con el domingo de Pascuas. En Sri Lanka la población cristiana representa el 7,4%, mientras que los budistas son mayoría con el 70,2%.
El cardenal Daniel Sturla dijo en rueda de prensa que «nos llena de dolor lo que pasó con estos hermanos cristianos. Los cristianos son perseguidos en distintas partes del mundo. Lo de Sri Lanka es una muestra, pero esto ha pasado en distintos lugares, en África y Medio Oriente”.
El gobierno uruguayo expresó su repudio a los atentados en iglesias y hoteles de Sri Lanka. Mediante un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que “más allá de su connotación religiosa, estos crímenes de odio llevados a cabo por minorías fanáticas (…) constituyen un ataque y una afrenta a la humanidad toda”.