El Jinete Diego Fleitas, quien tiene más de 10 años de experiencia en el rubro participando en diferentes jineteadas entre ellas la del Prado y que este año fue capataz de campo de las criollas del Parque Roosevelt, dio su opinión sobre las jineteadas.
Explicó que para tener una idea, un jinete que se sube a un caballo en una criolla tiene un costo de más de 2 mil dólares entre la ropa y los implementos que lleva encima (algunos de oro y plata).
En Uruguay la mayoría son semiprofesionales porque muchos tienen otro trabajos. Los premios que obtienen generalmente en las domas en el interior del país, son autos y motos, en muy pocos casos, como en el Prado, los premios son dinero.
Fleitas y demás jinetes toman las jineteadas como un deporte, tal cual lo establece la ley, y afirman que en Montevideo hay mucho desconocimiento sobre el tema.
Además dio el ejemplo de un jinete (en basto uruguayo) está apenas 8 segundos encima del caballo, cuando la doma es en pelo el jinete como máximo esta unos 12 segundos encima del animal.
Aseguró que como todo deporte hay fatalidades pero eso no significan que todos los gauchos maltraten al animal como sostienen algunos grupos animalistas.
Como jinete trasladó la pregunta a los «animalistas»: «¿qué pasa si un jinete pierde la vida?, actualmente a la familia del jinete fallecido no se le hace un seguimiento psicológico ni social. Por ejemplo un jinete que cae del caballo y se quiebra la pelvis tiene unos seis meses de recuperación que significa, en muchos casos, seis meses sin trabajar».
A titulo personal dijo que como jinete de varios años cree que hay que trabajar en coordinación para especializar a los actores (apadrinadores, jinetes y palenqueros) y no erradicar las jineteadas.
Cuestionó a las organizaciones animalistas que protestan por el cuidado de estos caballos pero en muchas ocasiones no reprochan el estado de los animales en las periferias.
En lo que tiene que ver con la criolla del Roosevelt, organizado por el club de Leones de Shangila, tuvo un costo que superó los 4 millones de pesos.
La decisión que de que si se realicen el año que viene o no depende mucho de la decisión que tome el miércoles la Intendencia de Canelones. Los organizadores entienden que sea cual sea la decisión en la capital va a tener «eco» en Canelones.
150 personas trabajaron en el cuidado y la preparación de los caballos siguiendo las líneas establecidas por los veterinarios presentes y usando los elementos autorizados. No hubo equinos lesionados, si dos jinetes pero se recuperan sin ningún problema.