El físico Carlos Vera, en su columna «Pongamos pienso» en Fuentes Confiables, habló sobre la situación actual en Chernóbil.
Previo a esto, contó cual fue su labor a nivel internacional, relacionado a la Comisión Nacional de Energía Atómica, luego renombrada como Dirección Nacional de Tecnología Nuclear, como también trabajando para las Naciones Unidas.
Sobre Chernóbil, comentó que «hay alrededor de 500 habitantes que volvieron a la ciudad Prípiat, que está cerca de la central nuclear. Tiene una zona de exclusión de 30 kilómetros, se ha convertido en un gran bosque natural, porque la naturaleza compitió con las estructuras del hombre».
«Desde 2016 está protegido como reserva mundial, porque se da una convivencia de animales que normalmente en la selva los conocemos como antagónicos», señaló.
Vera indicó que «radiación tenemos en todos lados, los ladrillos que forman parte de nuestra casa están emitiendo radiación en forma natural, porque están formados por rocas y tierra sacada del suelo, que contiene uranio y plutonio de forma natural», pero explicó que lo malo «es que los productos radioactivos evaporados por calor, fueron a la atmósfera y volvieron a precipitarse, generalmente con la lluvia».