En su espacio de análisis de actualidad “Lugar a dudas” en Fuentes Confiables, Antonio Ladra analizó la interna blanca.

La interna blanca es la más picante, por la irrupción de Juan Sartori que ha sido lo novedoso y sobre lo que ha girado la misma, por eso me voy a centrar nuevamente en este precandidato.

Pero antes vamos a escuchar una canción Adrián Maggi un cantor argentino.

Se llama la comadreja y ¿por qué lo traigo a colación? Escuchemos al intendente de Cerro largo Sergio Botana:

Hay un documental de Netflix, titulado Get Me Roger Stone que habría que ver para, de alguna manera, extrapolando los hechos a nuestro país, entender que es lo que pasa con el fenómeno de Juan Sartori, cuya irrupción dentro del Partido Nacional, pero también en la política nacional ha hecho que entre los dirigentes blancos se actúe ya al borde del papelón una vez que se le dio la luz verde para su actuación.

“La política no es elegante, es brusca y agresiva. Siempre ha sido así y siempre lo será”.

“Romper la ley nunca es aceptable. Pero eso no significa que no hagas cosas para exagerar tu punto de vista político y yo ciertamente he hecho eso”

“He practicado el juego al filo pero de una manera legal”.

Estos son algunos de los dichos del consultor político Roger Stone en ese documental que se centra en su pasado y su papel en la campaña presidencial de Donald Trump de 2016.

Sartori no es Trump, eso está claro, pero cuenta con el asesoramiento de un consultor venezolano, Juan José Rendón, llamado el “mago de la propaganda negra”, un hombre temido y capaz de destruir la reputación de quienes compiten contra los candidatos que eligen contratarlo. Rendón, muy al estilo de Roger Stone, no repara en ningún tipo de acción para ganar, aun a costa de golpear al partido de quien lo contrata.

Aunque hay una diferencia: Rendón es un mercenario, no tiene partido, en cambio Stone, tiene partido, es un republicano convencido que detesta a los demócratas.

Para Luis Costa Bonino, doctor en Ciencia Política, no hay ninguna duda que detrás de la campaña sucia en estas elecciones internas, que incluye un amplio menú de mensajes anónimos, está el precandidato blanco Juan Sartori según explicó al programa «Diario de Campaña», conducido por los periodistas Leonardo Haberkorn y Romina Andrioli.

«No tengo, absolutamente, ninguna duda de dónde viene esa campaña porque conozco, desde hace más de 18 años a su autor, el asesor venezolano (Juan José Rendón) que contrató Juan Sartori. Rendón desde entonces tiene absolutamente el mismo menú, el mismo repertorio de campaña sucia. Lo hace siempre en todos lados»

«Primero empieza por una tarea de difamación de los otros candidatos, los adversarios, a través de telemarketing, más recientemente a través de redes sociales, pero siempre empieza por una difamación personal de los demás candidatos de manera anónima, difamar a los adversarios y generar un resentimiento y un ataque de vuelta de esos candidatos cuando se desayunan de donde vienen los ataques».

Según Bonino son tres etapas: «Primero el ataque difamatorio, segundo la victimización y tercero, luego de una degradación muy grande de una campaña centrada en la victimización produce algo que directamente es un delito, que son los autoatentados».

Hasta ahora la campaña de Sartori está ubicada en la segunda etapa. ¿Se animará a esa tercera? Como viene, no me extrañaría.

De todos modos, hay algunas preguntas que están en el aire y que lejos de salvar la reputación de Sartori y de sus mentores, trata de poner negro sobre blanco las responsabilidades de este engendro y como dice el refrán “a quien le quede el sayo, que se lo ponga”.

¿Por qué el partido Nacional permitió que Juan Sartori fuera candidato si no era un afiliado con historia, si nunca había votado en el país, si no conoce la simbología partidaria, etc.? ¿Sería porque se sabía que tenía plata? El momento que viven los blancos es «todos contra Sartori».

Muy bien, de acuerdo, JJ Rendón es el rey de la propaganda sucia un artero y ensuciador profesional de la política como Roger Stone, pero, ¿Jaime Durán Barba, el ecuatoriano también asesor político y que fuera convocado por Verónica Alonso en su momento, y que mantuvo una reunión donde estuvo el diputado Pablo Iturralde hoy enemigo jurado de Sartori a quien le quiere pegar un piñazo (basta ver el video del homenaje a Wilson Ferreira en el puerto) es un nene de pecho, es bueno?

Podría explicar Luis Lacalle Pou quien dijo que no lo conocía a Sartori y luego se supo que éste había apoyado financieramente su pasada campaña electoral ¿por qué fue y vino, por qué dijo y se desdijo?

Jorge Larrañaga escribió una carta muy dura contra Sartori donde expresa que todo tiene un límite. Tiene razón Larrañaga, es así, pero nada dijo sobre el apoyo de los neo pentecostales que juegan con las necesidades y creencias de la gente cuando recibió el apoyo de ellos a través del Pastor Márquez. En ese caso, ¿no hay un límite?

Y, por último, ¿qué va a hacer el partido Nacional cuando en octubre se deban unir bajo un mismo lema y bajo un mismo candidato?  ¿Y si ese candidato llega a ser Sartori? Y si así no fuera, que va a hacer Sartori con la gente que lo apoyó, ¿les va decir que ahora está bien votar por la dinastía de Lacalle?

Hoy el panorama entre los blancos es así: Lacalle Pou no lo nombra, pero Larrañaga y Antía han sido lapidarios con Sartori, pero todos dicen que la noche del 30 de junio, gane quien gane, se abrazarán y saldrán juntos en una selfie. Por ahora la selfie está muy borrosa.

El análisis completo de Antonio Ladra: