En vacaciones de julio la mayoría de los teatros del país ofrecen diversas propuestas para niños, pero aquí va una recomendación especial: dos obras que incluyen actores y actrices con discapacidad. Ambas producidas por el Centro Cultural Tarobá, donde asisten alumnos con síndrome de Down, niños con problemas de motricidad, y alumnos que presentan retardo intelectual interactuando con chicos que no presentan ninguna discapacidad.
Una de obras es «El Chiquitito que fui», donde Antón, un hombre de negocios atrapado en la rutina, conoce a Belén, una adolescente rebelde, curiosa, enérgica y divertida que vive cuestionando el mundo de los adultos, un mundo que parece estar dormido en vida, carente de sueños, alegría y felicidad.
Estos dos amigos emprenderán una aventura que llevará a Antón a recobrar nuevamente su infancia, el valor de la amistad, los sueños y el amor. El musical, basado en el clásico «El Principito» y con la música de la serie «Chiquititas» como hilo conductor, es un homenaje a la actriz Romina Yan y con ella a la infancia. La obra ganó el Premio Florencio 2016 a mejor Comedia Musical en su categoría.
La otra propuesta es «Libre de Corazón», un musical en el que la magia y el misterio se entremezclan con la realidad acompañados con las canciones de Disney de todos los tiempos. Su protagonista, Belén, se enfrenta con un colegio que no quiere que ella participe del campeonato de fútbol anual. Desde muy chiquita aprendió que «sí se puede», es perseverante, siempre busca la manera de hacer lo que su corazón le pide
Ambas obras están en el Teatro Amigos del arte, un espacio que abrió sus puertas hace poco tiempo, ubicado en Soriano 883 esquina Convención.
Desde el 1 de julio hasta el 7 de julio El chiquitito que fui se puede disfrutar a las 16 horas y Libre de Corazón a las 18. Las entradas tienen un valor de $350 y pueden adquirirse en este link.